Veía a sus compañeros de la selección sub-20 de Ecuador, campeona del Sudamericano en Perú 2019 y tercera en el Mundial de Polonia, salir a jugar en el extranjero, pero no perdía la fe.

El capitán de esa histórica tricolor, Jhon Jairo Espinoza, ahora practica inglés, porque en los próximos días deberá presentarse a la pretemporada del Chicago Fire de la MLS de Estados Unidos. Va a apagar el fuego en la defensa e incendiar el ataque.

Espinoza, quien en el 2020 jugó en Aucas y clasificó a la Copa Sudamericana, a nivel profesional nunca ha actuado en Guayaquil, la ciudad que lo vio crecer mientras se ganaba la vida vendiendo cosas en la calle siendo un adolescente.

J.J. tuvo que salir de Guayaquil, primero al D. Cuenca, luego al Aucas y dio el salto a la Tri.

Es marcapunta, pero a sus inicios jugó como volante cinco y por fuera.

Dice una frase llena de verdad: “Quiero dejar de ser una promesa en el fútbol, quiero ser una realidad, sé que debo trabajar más”.

El jugador disfruta unos días con su familia, que en realidad es su barra personalizada, y mientras pasa eso practica el inglés.

- ¿Valió la espera, hasta que se dio su paso al extranjero?

Mucho tiempo estuve frustrado por salir, veía que otros se iban, ahora que me tocó estoy muy contento. Nunca perdí la fe hasta que todo se dio.

- ¿2020, un año que vino con bendición?

Lo que para muchos causó dolor y pérdidas, para mí fui una bendición, porque tuve trabajo y se dio mi paso a la MLS. Cuando uno confía en Dios siempre las cosas salen bien.

- ¿Dejó a Aucas en un torneo internacional?

Fue el objetivo que tuvimos, estar en un evento internacional como en el 2020. La verdad queríamos clasificar a Copa Libertadores, pero no se dio. Sin embargo, es algo lindo dejarlo en un torneo internacional como la Copa Sudamericana.

- ¿24 partidos en el 2020, la mayor cantidad de encuentros en su carrera en un año?

Con Aucas tuve muchos partidos, eso me dio crecimiento futbolístico. Gané experiencia. Fueron 24 de los 30 que jugamos en LigaPro, además de la Copa Sudamericana.

- ¿Cerca de dos años de ser capitán de la sub- 20 y campeón sudamericano?

Fue un momento inexplicable para muchos jóvenes que lo aprovechamos al máximo, eso nos dio un salto en lo futbolístico. El creer que podíamos servir de algo se hizo realidad.

- ¿Qué es lo que más recuerda?

Alzar el trofeo de campeón sudamericano, fue algo increíble y luego tener la medalla del tercer lugar en el Mundial, son imágenes que se quedaron grabadas para siempre. Recuerdo las palabras del profesor Jorge Célico, de que somos un equipo diferente, una raza distinta, y que sepamos aprovechar el potencial.

Después que quedé campeón en la Sudamericana me di cuenta que podía soñar con jugar fuera del país.

- ¿La familia qué dice?

Que fue una bendición de Dios, pero me pasa algo diferente. Cuando la familia y los hinchas me recuerdan esos momentos quiero saber cómo fue esa euforia. Me habría gustado estar acá, pero eso era una locura, imaginó las emociones de los ecuatorianos viendo a su selección. Trato de recaudar información de lo que pasaba acá. Ver esa sensación de mi madre como celebraba y de mi familia, sin duda, fue algo grande.

- ¿Cómo llega a la MLS?

Me habían comentado algo en febrero del 2020, después de la Copa Sudamericana del partido de Aucas con Vélez Sarsfield, pero llegó la pandemia. Había un rumor, pero no me lo habían dicho. Antes de que termine el año me contactaron y con mi representante hicieron la opción de compra y ahora estoy con ansiedad de comenzar a trabajar.

- ¿Qué sabe del Chicago Fire?

El técnico se llama Rafael, es suizo, jugó el Atlético de Madrid, también en Alemania en la selección de Suiza. Ya tuvimos una conversación, me dijo que mi juego es lo que le gusta. El equipo buscaba jugadores jóvenes y me sugirió que cuando vaya sea muy social para tener un gran compañerismo, a pesar del idioma. Y cuando llegue me pondrán a estudiar inglés. La idea es crecer en todo sentido.

- ¿Practica el inglés?

Estuve en un curso cuatro meses, pero sigo practicando en las aplicaciones del teléfono, lo intenso se viene a fin de mes, si Dios permite ya en Chicago.

- ¿Se va al fuego del Chicago?

Hay que ir a apagar el fuego en la defensa y encender la llama en el ataque.

- ¿Qué dice su mamá?

Contenta, no se lo esperaba, y me desea lo mejor en todo. Sus oraciones siempre están presentes.

- Le digo Chicago Fire, ¿qué se le viene a la mente?

Emoción, la verdad es que ya quiero irme a la pretemporada. Pero quiero ser titular, seguir creciendo como jugador y persona, además volver a estar en la Tricolor.

- ¿Las mejores pascuas han sido estas?

Ir a la MLS fue algo que esperaba, pero el mejor regalo que he recibido en toda mi vida lo logré cuando tenía 15 años. Fue tener a Jesucristo en mi corazón. Eso es lo mejor que me ha pasado.