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Joao Rojas vuelve a Barcelona SC y reaparece en el Clásico del Astillero del Capwell
Un regreso soñado: Joao Rojas volvió en el Clásico del Astillero en Capwell
Tuvo que pasar un año, tres meses, cuatro semanas y un día. El reloj no miente, el calendario tampoco. Para Joao Rojas, cada día sin fútbol fue como vivir con el alma en pausa.
Y ese 14 de septiembre de 2025, en el Capwell, volvió a ser parte de una nómina de Barcelona SC. Rojas está de regreso y justo ante sus exhinchas.
Su sola presencia en la banca fue un regalo para los hinchas amarillos que lo esperaban, y también una sorpresa para quienes aún lo recuerdan vestido de azul.
El gol de Octavio Rivero en el Capwell
GOOOOOOOL DEL BARRRRR!!! 😮💨🟡
— Zapping Ecuador (@zapping_ecu) September 14, 2025
De arranque, Octavio Rivero llegó para empujarla dentro del área y silenciar el Capwell que es una fiesta. 0-1 gana @barcelonasc.#LigaEcuabet conectada x #Xtrim 🤳 pic.twitter.com/i8Va8TO4KU
El regreso fue en el Capwell
El Capwell era su vieja casa, esa donde alguna vez hizo gritar a la Boca del Pozo. Esta vez lo recibió con respeto. Los hinchas vieron en él la figura de alguien que luchó contra la tristeza, contra las cicatrices, contra la soledad que deja una fractura.
Rojas se rompió el peroné derecho el 16 de mayo del 2024, ante Sao Paulo, en Libertadores. Ese día Igor lo mandó al quirófano y lo dejó fuera del césped por meses de dolor, de terapias infinitas y noches de impotencia.
Así comenzó su vida en Barcelona SC
Todo arrancó el 23 de febrero del 2024, cuando Barcelona anunció su contratación, las críticas no tardaron en llegar: “ex Emelec, ¿qué hace aquí?”. Pero Rojas nunca se escondió. Soportó, agachó la cabeza y trabajó, luego se lesionó. Y el destino le tenía reservado este regreso en un Clásico del Astillero, en ese Capwell que tantas memorias guarda.
No estuvo en el rol titular, pero cuando Octavio Rivero marcó el gol, Rojas se levantó y fue el primero en felicitar a Ismael Rescalvo. El fútbol no solo se juega con los pies, también con el corazón, y el de Joao latía más fuerte que nunca.