La desesperación de ahora es tener la camiseta de Barcelona del 2021. Es que Kendy Plaza Loor, de 25 años, quiere tener todo lo que guarde relación con el Ídolo.

Estamos en la cooperativa 25 de Enero, del Guasmo Norte de Guayaquil, justo en la estación de la línea 13. Aquí no hay ningún letrero que diga ‘Museo del Barcelona’, pero Kendy se ha encargado de crear uno a su manera.

Nadie lo auspicia, pero sus padres, hermanos y amigos han hecho que la vida de Kendy sea más feliz al tener todo lo que salga con el escudo del equipo amarillo.

El joven no habla ni escucha, pero su mente está siempre en amarillo.

Es un hincha ‘recontra que fiel’. Y cuando el equipo de sus amores no gana, o al menos empata, a Kendy le entra la “enfermedad de no comer y estar molesto”.

Euberto, su padre, ya sabe que tiene que hacer fuerza para que el Ídolo gané, para que su hijo esté de buen humor. “Es de no creer. Gracias a Dios en el 2020 Barcelona fue campeón y todo quedó en santa paz; pero cuando el equipo pierde o queda eliminado, como pasó en la Copa Libertadores, Kendy no come. Créanlo, se pasa enojado”, cuenta el progenitor.

Kendy tiene dificultad al caminar, pero eso no impidió que salga para ver las dos finales de LigaPro 2020 fuera de su casa, ya que quería sentir como si estuviera en el estadio.

Mientras que su madre, Cristina Loor, cuando juegan los amarillos quiere que siempre ganen, para que no le cambie el ánimo a su hijo. “Cuando el equipo pierde, Kendy quiere hasta patear al perro”, asegura su madrecita.

DE TODO

Kendy perdió la cuenta de la cantidad de camisetas que tiene, entre ‘verídicas’ y no tan ‘verídicas’. Lo que le importa a él es que tenga el escudo del Ídolo.

Tiene guantes, almohada, vuvuzela, mascarilla, sábanas, cintillos, pulseras, reloj, póster, edredones, fotos de antaño, gorras y hasta peluches con el distintivo de Barcelona. Hasta en lo espiritual está presente el club torero, pues tiene un rosario amarillo, que se hizo famoso porque lo tuvo en sus manos mientras rezaba en las dos finales ante Liga de Quito.

Sus padres comentan que el hecho de que él viva enamorado del mundo Barcelona ha servido para hacer más llevadera sus dolencias, pero jamás imaginaron que iba a ser tan fanático.

Euberto dice que la idea de su hijo es tener toda la casa con el escudo de Barcelona, y que él con su familia harán siempre todo el esfuerzo posible para que Kendy se sienta feliz siendo un hincha del cuadro amarillo.

En enero Kendy visitó la redacción de EXTRA y cumplió el sueño de su vida: tomarse una foto con la copa del campeón ecuatoriano.