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Los albos se relajan para enfrentar a Barcelona
Los jugadores de Liga de Quito bromearon e hicieron malabares por unos minutos, previo al partido de este miércoles ante el Ídolo del Astillero.
Parecían niños en recreo. Los jugadores de Liga de Quito pasaron varios minutos muy relajados luego del entrenamiento que se realizó la mañana de este 20 de Septiembre en el complejo de Pomasqui. Los ‘albos’ juegan mañana ante Barcelona y para quitar el estrés del partido, decidieron hacer bromas y hasta malabares...
Brahian Alemán se sentó junto al defensa Luis Romero quien le entregó una botella de agua. Alemán tomó el envase y lo lanzó suavemente al aire para detenerlo con su cabeza. La botella terminó en su frente totalmente parada, lo que desató las risas de sus compañeros. El acto se repitió varias veces. Algo similar realizó Exequiel Benavídez con una pelota de básquet que encontró entre la utilería del club.
Bebiendo mate los futbolistas empezaron a bromear. El más chistoso fue Néicer Reasco. El ‘Simpático’ se burlaba de sus compañeros, los imitaba cada vez que hacían algún gesto, generando risas de todos los que estaban a su alrededor, incluido el entrenador Álex Aguinaga.
Los minutos pasaban y fue el momento de bañarse. José Madrid repartía agua a sus compañeros de equipo. La idea era refrescarse del sol. Algunos se enojaron, pero Reasco rápidamente los abrazaba con el objetivo de disfrutar un momento de convivencia, tal como ocurrió en Rioverde, Esmeraldas, hace 15 días.
Alemán fue el más juguetón. Sabe que llegar relajado para el partido ante los ‘canarios’ es primordial. El charrúa se colgó de un árbol seco que estaba sobre sus compañeros. Haciendo mucha fuerza lo movió para que sus hojas y ramas caigan sobre ellos.
Enrique Vera, Irven Ávila, Norberto Araujo y Luis Romero cogieron las ramas y las lanzaban contra quienes estaban sentados en el césped. “Esto es una manera de distraernos, hacemos bromas luego de los entrenamientos”, dijo Reasco, quien hizo algunos pasos de salsa choque con uno de los integrantes de la agrupación Salsa Sur. Luego de la diversión el grupo se reunió en la cancha para rezar, una costumbre que impuso el entrenador desde su llegada.