Deportes
“Mi espiritualidad es mi identidad”

Jaime Marín, Cuenca
Sencilla, callada, carismática y dueña de una sonrisa contagiante. Esa es parte de la personalidad de la nadadora Samantha Arévalo, de 21 años, clasificada recientemente a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
“Mi identidad es la espiritualidad; con la natación sirvo a Dios, pues Él tiene un plan especial para mí”, expresó la deportista al asegurar que su vida está llena de esperanzas y metas. Pero “de la mano de Dios”, repitió Samantha.
La muchacha es nativa de Macas, capital de la provincia oriental de Morona Santiago, donde sus coterráneos la han bautizado con el sobrenombre de ‘Sirena’.
Recuerda que su afición a la natación comenzó cuando tenía cuatro años y acompañaba a sus hermanos mayores a las piscinas. A los 17, decidió hacer de este deporte su estilo de vida.
Samantha no dejó de hablar de Dios. “Soy cristiana” adujo, tras indicar que al momento ha dejado de lado sus estudios para dedicarse de lleno a la natación.