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Se reinvindicó con sus compañeros en los penales

Redacción Quito
Guido Morillo no es arquero, pero por amor su equipo decidió atajar en la final que su equipo Nuestros Maridos jugó el pasado sábado ante el Milán.
A pesar de recibir cuatro goles en el tiempo reglamentario en el último partido de la Liga La Clemencia, Morillo se lució en la ronda de penales: se convirtió en la figura al atajar dos disparos.
Ambos equipos igualaron a cuatro goles por bando. La definición para saber quién sería el campeón se tenía que cristalizar desde el punto penal.