Tras consagrarse campeón de la Segunda Categoría de Pichincha, Deportivo Quito apunta a nuevos retos: ascender a la Serie B del fútbol ecuatoriano y, al mismo tiempo, sanear sus finanzas.

La dirigencia, encabezada por José Pardo, confirmó que la deuda del club bordea los $4 millones, una cifra difícil de afrontar desde lo que en la práctica es la tercera división del país.

Ascender, ¿una oportunidad o un riesgo?

Una de las dudas que surgieron tras el título provincial es qué sucedería si el club logra ascender. Algunas versiones señalaron que aparecerían nuevos acreedores con demandas ante la FIFA, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) o la Agremiación de Futbolistas del Ecuador.

De acuerdo con esas especulaciones, al no poder cubrir esas obligaciones, el equipo capitalino correría el riesgo de volver a descender a Segunda, donde permanece desde hace una década.

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La respuesta del club

Desde la interna de Deportivo Quito se desmintió esta versión. “Eso es completamente falso. El club ha arreglado con el 90% de los acreedores y, en caso de ascender, los acuerdos se mantendrán”, indicó una fuente cercana a la dirigencia.

El informante añadió que “si se acordó pagar $2.000 mensuales a un acreedor, ese monto no aumentará porque el club esté en la Serie B”. Sobre el 10% de deudas pendientes, se aclaró que existen negociaciones activas para llegar a un acuerdo.

El camino deportivo

En lo deportivo, el elenco azulgrana ya prepara su participación en el play-off nacional, que arrancaría a mediados de septiembre. Allí competirán 64 equipos de distintas provincias en busca de los boletos para la Serie B.

La FEF anunciará en los próximos días la fecha del sorteo de los 32avos de final. Deportivo Quito estará en el bombo uno, lo que le permitirá evitar a otros campeones provinciales en la primera fase.

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