Una 'matanza' para comprar las entradas de la final de la Libertadores

Ariana Almeida Martínez, Quito

La mañana del 18 de julio de 2016 se vivió una verdadera locura en los exteriores del estadio Olímpico en el norte de la capital. La fila de hinchas, que esperaban comprar una entrada para la final de la Copa Libertadores entre Independiente del Valle y Atlético Nacional de Colombia dio la vuelta al centro comercial aledaño. Andrés Ochoa llegó al sitio la noche anterior y durmió en la calle para obtener su ticket. El colombiano, de 25 años, es fan del equipo verdolagas desde niño. Esa pasión lo ha traído al país por tres ocasiones. "Solo vendo a ver jugar a mi equipo. Aguantando frío y todo", detalló.

La bandera del Independiente se hizo presente m en la larga fila, Carolina Jaramillo es seguidora del equipo del Valle desde sus inicios. Ella reside en Sangolquí con su familia y se confesó emocionada ante la participación de su escuadra en la Copa Libertadores. "Han jugado muy bien. Están representando de la mejor manera al Ecuador. Dice que solo van a vender una entrada por persona. Así que de la familia solo iremos cuatro", acotó.

Ese malestar fue general en la barra de ambos equipos. Pese al control policial, no faltaron los disturbios y gente que fue sacada de la fila por no tener el sello repartidos a las 09:00) para acceder a un boleto.

Alex Enríquez es hincha de Barcelona, pero "amante del bueno fútbol". Con algo de ayuda, plantó su silla de ruedas el la 'cola' para comprar las entradas. Al pedir un ticket se sintió decepcionado. "Solo pude obtener una para general. Me preocupa mi seguridad. Yo necesitaba una para preferencia, pero ni modo", acotó.

En medio del tumulto, el requerimiento de identificación, León hinchas 'emocionados', hubo que uno que otro lastimado, pero según los fanáticos "todo sea por un buen fútbol".