La extorsión se ha convertido en una de las principales preocupaciones del sector comercial en Ambato. Redes delictivas provenientes de otras ciudades estarían operando en la capital tungurahuense mediante amenazas, cobros ilegales y el reclutamiento de menores de edad, mientras los cabecillas coordinan incluso desde centros penitenciarios, advirtió el coronel Jimmy Viteri, jefe de la Subzona de Policía en Tungurahua.

Uno de los casos más recientes se registró el 11 de diciembre, en las calles Primera Imprenta y Mariano Egüez, en el centro de la ciudad. Una comerciante reportó que recibió mensajes extorsivos en los que le exigían dinero para permitirle continuar con su actividad. Minutos después, dos adolescentes ingresaron a su local para presionarla a contestar una llamada de un supuesto “jefe”.

La víctima logró pedir auxilio y, con ayuda de los trabajadores del local, los sospechosos fueron retenidos hasta la llegada policial. El operativo se ejecutó con personal de DINAPEN, Inteligencia, Criminalística y Flagrancia, logrando la aprehensión de dos menores de 16 años, ambos ecuatorianos.

En su poder se halló un teléfono con mensajes relacionados con la extorsión. Uno de ellos continúa bajo investigación, mientras que el otro quedó en libertad debido a la falta de denuncia formal.

Amenazas que se originan fuera de Ambato

El segundo caso permitió evidenciar cómo estas redes operan desde otras ciudades. En el marco del operativo Libertad, una mujer fue capturada y enviada a prisión preventiva por su presunta participación en un delito de extorsión.

La víctima, una comerciante de 60 años, denunció amenazas por 5.000 dólares, acompañadas de fotografías de su negocio y advertencias de atentados.

Por temor, la afectada realizó un depósito inicial de 50 dólares a la cuenta de la procesada. La investigación reveló que las amenazas se originaban desde Quito y que la detenida sería pareja de quien enviaba los mensajes, actualmente prófugo. Fiscalía formuló cargos y la instrucción fiscal durará 30 días.

El coronel Jimmy Viteri, informó que ya se registran 33 casos de extorsión, con 17 detenidos, e insistió en la importancia de denunciar. “Estos delincuentes no son de Ambato. Si no se judicializa, los responsables quedan libres”, recalcó.

Comerciantes afectados coinciden en que el miedo paraliza. “Uno teme por la familia y el negocio”, dijo una de las víctimas. Otro comerciante señaló que muchos callan por temor a represalias, mientras la Policía asegura que los operativos continúan para desarticular estas redes.

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