Después de más de un mes de paralización, Otavalo y otras localidades de Imbabura empiezan a mirar hacia adelante. Aunque la calma aún no es total por los temores de nuevos enfrentamientos, el sector productivo se organiza para recuperar lo perdido.

Pablo Balladares, presidente de la Cámara de Comercio de Otavalo, señaló que el paro nacional fue una situación extrema y difícil de llevar. Asegura que han visto paros antes, pero ninguno como este. “Desde antes de que empiece ya teníamos bajas ventas, y cuando arrancó la movilización, el comercio quedó en cero. Ni producción ni comercialización”, recuerda.

Planificación para la crisis de Otavalo

Las pérdidas económicas para Imbabura fueron millonarias, y Otavalo, epicentro del conflicto, sintió el golpe más fuerte. Sin embargo, Balladares asegura que el gremio no se quedará de brazos cruzados. “Somos un pueblo que lucha y trabaja. Ya estamos planificando la reactivación, junto a las cámaras de la provincia y el sector productivo”.

Entre las primeras medidas planteadas al Gobierno Central se encuentra la reducción temporal del IVA al 8 % durante seis meses en Imbabura, con el objetivo de “dar un respiro” a comerciantes y consumidores. “Esto haría que la provincia sea más competitiva y recupere movimiento. Necesitamos precios más accesibles para volver a atraer clientes”, explicó.

Otra propuesta es negociar con las entidades financieras un plan de alivio para los créditos de empresarios, comerciantes y productores afectados. La intención es pedir más plazos y tasas de interés bajas, que no pasen del 9 %. "No podemos pagar créditos con las ventas que hemos tenido. Si no se actúa ahora, muchas microempresas cerrarán definitivamente”, advirtió Balladares.

El turismo para salir de la crisis

El tercer eje del plan apunta al turismo, uno de los motores históricos de Otavalo. La intención es hacer una gran campaña de promoción nacional e internacional. Que se sepa que Imbabura está viva, que tiene destinos seguros y productivos. "Vamos a proyectarnos hacia los feriados que vienen, como el de fin de año, con ferias, conciertos y eventos gastronómicos y artesanales”, adelantó.

El objetivo es construir una estrategia que integre a toda la provincia: textiles en Atuntaqui, artesanías en Otavalo, cuero en Cotacachi, gastronomía y turismo en Ibarra y Antonio Ante. “Cada cantón tiene su fortaleza. Si unimos todo, Imbabura puede convertirse en una potencia productiva y turística”, enfatizó.

Pero el plan no solo busca beneficiar al comercio formal. La Cámara quiere que las comunidades rurales e indígenas sean parte del proceso. “Están incluidas todas. Al activarse el turismo, se reactivan las comunidades, porque hay turismo comunitario. Ellos producen alimentos, textiles, servicios. Todo forma parte de una cadena productiva que se va a reactivar junta”, aseguró Balladares.

La ayuda a las comunidades indígenas

Desde su visión, apoyar a las zonas rurales es clave para romper con la dependencia de subsidios y fomentar el desarrollo sostenible. “Queremos que las comunidades encuentren en sus tierras y saberes una oportunidad. Que el turismo y el comercio local sean su fuente de crecimiento, no el asistencialismo”, explicó.

Además, la Cámara de Comercio mantiene un acercamiento con la Asamblea Nacional a través del legislador Pablo Jurado, quien presentará un proyecto de ley de reactivación económica para Imbabura. “Vamos a aportar con ideas para que este plan tenga respaldo legal. Necesitamos que el Gobierno, la Asamblea y los gremios trabajemos juntos”, subrayó Balladares.

El dirigente insiste en que Otavalo e Imbabura necesitan unidad y visión para superar el impacto del paro. “Hemos sido víctimas de una crisis que no provocamos, pero también somos un pueblo con talento y esperanza. Ahora toca demostrarlo trabajando. La reactivación no puede esperar”, concluyó.

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