El Centro de Rehabilitación Social de Loja se encuentra bajo estricta vigilancia en los últimos días, luego de que en distintas provincias del Ecuador se registraran muertes de personas privadas de libertad que encendieron las alarmas sobre la seguridad penitenciaria. En este contexto, un operativo conjunto permitió descubrir y retirar una serie de objetos prohibidos que comprometían la tranquilidad al interior del recinto.

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La intervención fue ejecutada por el Grupo de Artillería N.º 7 “CBOP. Minacho”, en coordinación con la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI). Se trató de un operativo de control de armas, municiones y explosivos (CAMEX), que se extendió a diferentes pabellones del centro carcelario, sorprendiendo a los internos durante las requisas.

Teléfonos, drogas y armas blancas entre los objetos incautados

El resultado fue contundente: se decomisaron seis teléfonos celulares, siete cargadores, dos cables de carga artesanales, una batería de celular, 41 paquetes de sustancias sujetas a fiscalización, once objetos cortopunzantes, cuatro pipas artesanales y 40 unidades de cigarrillos. Todo el material incautado fue entregado a las autoridades competentes para su respectivo trámite legal.

Estos hallazgos revelan que, pese a los filtros de control en las cárceles, existe un constante ingreso de artículos prohibidos. La presencia de drogas, armas blancas y dispositivos de comunicación muestra la vulnerabilidad del sistema penitenciario y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para evitar que los centros de rehabilitación se conviertan en puntos de operaciones delictivas.

El decomiso no solo evidencia la existencia de redes internas de abastecimiento, sino también el peligro latente al que se enfrentan los internos al convivir con armas improvisadas y sustancias ilícitas. Para las familias de las personas privadas de libertad, este tipo de operativos genera preocupación, ya que cada incautación refleja la tensión que se vive puertas adentro del penal.

Aunque las autoridades calificaron la intervención como “exitosa”, el ambiente en el centro penitenciario continúa siendo de alerta. La violencia carcelaria en Ecuador ha dejado en los últimos años una huella imborrable, con motines y asesinatos que han conmocionado al país. En este escenario, Loja refuerza sus controles preventivos para impedir que hechos similares ocurran en su jurisdicción.

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