La Embajada de Italia en Ecuador condenó este lunes, 29 de septiembre de 2025, el ataque perpetrado contra un convoy encabezado por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, en la provincia de Imbabura. Entre los integrantes de la comitiva se encontraba el embajador italiano, Giovanni Davoli, quien resultó ileso.

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En un comunicado oficial, la misión diplomática subrayó que el incidente fue “un acto terrorista dirigido contra el Jefe de Estado ecuatoriano” y que se realizó “con la intención de infligir el máximo daño posible” a los integrantes del convoy. Además, el embajador Davoli expresó su rechazo a cualquier forma de protesta política violenta y reafirmó la solidaridad de Italia con el presidente Noboa y con las instituciones democráticas del país.

Italia destacó su compromiso con la paz, el diálogo y la defensa de los principios democráticos que unen a ambos países. “Ninguna protesta política violenta puede considerarse legítima”, remarcó el comunicado, enfatizando que la estabilidad y convivencia pacífica de Ecuador son pilares fundamentales de la nación.

¿Qué sucedió durante el ataque al convoy presidencial?

El incidente tuvo lugar durante la noche del domingo, cuando el convoy transportaba ayuda humanitaria a comunidades de Imbabura en medio de protestas contra la eliminación del subsidio al diésel. Según la portavoz de la Presidencia, Carolina Jaramillo, el grupo fue agredido con bombas molotov, piedras y obstáculos colocados en la vía. Además de Noboa y Davoli, la comitiva incluía a ministros del Bloque de Seguridad, al Nuncio Apostólico, la embajadora de la Unión Europea y la coordinadora residente de la ONU en Ecuador.

El presidente ecuatoriano calificó el ataque como una “emboscada” y rechazó que este tipo de agresiones frenen el avance del país: “Se resisten a que Ecuador avance y eligieron la violencia. Nosotros seguimos: Ecuador no puede retroceder”, señaló en su cuenta de X.

El gobierno confirmó que 12 militares resultaron heridos mientras custodiaban el convoy y que otros 17 permanecen retenidos. Según Jaramillo, “la protesta no es pacífica” y los hechos fueron “actos terroristas disfrazados de protesta”.

Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) informó que un comunero kichwa de 46 años, Efraín Fuerez, murió durante los enfrentamientos con las Fuerzas Armadas en Cotacachi. La organización calificó el hecho como “una gravísima violación a los derechos humanos” y anunció que las movilizaciones continuarán mientras se exijan soluciones a la crisis social, económica y de salud.

El gobierno ecuatoriano abrió investigaciones sobre la muerte del comunero y sobre los ataques contra el convoy, asegurando que los procedimientos se llevarán siguiendo protocolos internacionales para garantizar objetividad.

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