Un hombre identificado como Galo Molina, de 41 años, se quitó la vida la tarde del 9 de noviembre de 2025, en su domicilio ubicado en el sector Nuevo Ecuador del cantón Puerto Quito, en el norte de la provincia de Pichincha.

De acuerdo con el informe policial, el hecho se registró en una zona rural, al interior de una finca. El cuerpo del hombre fue hallado en el suelo, dentro de la sala de su vivienda, con una herida provocada por un arma de fuego a la altura de la boca, con salida por el cráneo.

Evidencias del hecho violento

En el lugar, agentes de la Unidad de Muertes Violentas (DINASED) y personal de Criminalística levantaron varios indicios, entre ellas, cuatro vainas percutidas, dos cartuchos y una escopeta calibre .38, que habría sido utilizada por el occiso.

Las últimas palabras

Según el testimonio de la esposa de la víctima, de 37 años, ambos habían estado en una reunión familiar horas antes del suceso. Al terminar, el hombre se adelantó a casa en motocicleta y, antes de marcharse, le dijo a su pareja que tenía que hacer algo muy importante, "un viaje largo, pero siempre voy a estar presente". 

Minutos después, la mujer se acercó al domicilio y escuchó tres disparos. Al llegar, observó a su esposo con la escopeta en las manos. Él le advirtió: “No te acerques o te disparo”, y acto seguido se disparó en la boca.

Ella pidió auxilio a los familiares que se encontraban cerca, pero ya no pudieron hacer nada.

¿Cuál habría sido la motivación?

Las unidades policiales informaron del caso al Fiscal de turno, quien dispuso el levantamiento del cadáver y su traslado al Centro Forense de Santo Domingo de Los Tsáchilas para la autopsia correspondiente. Según las primeras investigaciones, el hombre atravesaba un cuadro de depresión y había manifestado días antes su intención de quitarse la vida.

Recomendaciones para evitar suicidios

Es importante que las personas que atraviesan estados de ánimo profundamente bajos, sentimientos de desesperanza o expresan ideas de que “harán algo muy importante” o “ya no aguanto más”, puedan buscar ayuda profesional cuanto antes. En Ecuador existen líneas de atención de crisis disponibles, como el número 171 (opción 1) del Ministerio de Salud Pública de Ecuador, que pueden ofrecer apoyo inmediato.

También es recomendable validar esos sentimientos sin juzgar, hablar con un familiar de confianza o un profesional de salud mental —la comunicación abierta puede reducir el aislamiento emocional, que es uno de los factores de riesgo más relevantes. Estudios en Ecuador señalan que la depresión, el aislamiento y la falta de acceso a atención son elementos que aumentan el riesgo de suicidio.

En segundo lugar, desde el entorno familiar y comunitario se pueden implementar acciones de cuidado preventivo que, aunque no garantizan eliminar totalmente el riesgo, sí pueden mitigarlo.

Por ejemplo, mantener una rutina regular de encuentros afectivos, fomentar la expresión de emociones —“¿cómo te sientes?”—, y ofrecer acompañamiento cuando la persona muestre signos de malestar. Además, limitar el acceso a medios letales (armas de fuego, pesticidas) y estar atentos a cambios de conducta súbitos puede marcar la diferencia.

Y finalmente, hacer seguimiento —aunque la persona diga “ya estoy bien”—, ya que en muchos casos los individuos manifiestan su intención antes de consumar un acto fatal. Estar presente, mostrar empatía y animar a la búsqueda de tratamiento psicológico y psiquiátrico cuando sea necesario, pueden salvar vidas.

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