El presidente de la República, Daniel Noboa, se refirió la noche del jueves 23 de octubre, en una entrevista con la cadena internacional de noticias CNN, a las repercusiones de las protestas que azotaron durante un mes al territorio nacional, protagonizadas por las comunidades indígenas y que desencadenaron actos violentos en varios sectores del país.

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Durante su intervención, el mandatario hizo especial énfasis a dos incidentes específicos, en los cuales el convoy en el que se movilizaba fue atacado por manifestantes, lo que motivo que se asentara una denuncia en la Fiscalía, por un presunto intento de asesinato al Mandatario.

“No es que fueran palos y piedras nomás. Hubo cohetes caseros, bombas molotov, proyectiles que igual te pueden matar… además, desde la altura lanzaron rocas contra el parabrisas y el capot del carro”, dijo Noboa sobre la gravedad del ataque.

Las autoridades del Gobierno aseguraron que el vehículo presidencial incluso recibió impactos de arma de fuego, aunque esto no fue confirmado ni por la Policía Nacional o los ministerios de Defensa o del Interior.

“Uno de estos cohetes caseros te pega en el pecho o en la cabeza y te mata. Esto, en cualquier parte del mundo contra una caravana presidencial hubiese sido (calificado como un atentado)”, complementó el mandatario, quien explicó que su caravana se dirigía a inaugurar una planta de agua

"Nadie quiere que le lancen una bomba o lo envenenen"

Sobre este incidente, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) rechazó las acusación y arremetió contra el Gobierno, asegurando que se trataba un acto de “bandera falsa” (autoinflingido) para criminalizar la protesta social y apresar a los dirigentes opositores.

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El jefe de Estado también mencionó el supuesto intento de envenenamiento ocurrido el pasado 17 de octubre en la ciudad de Babahoyo, provincia de Los Ríos. En esa ocasión, la Casa Militar Presidencial, encargada de la seguridad del Presidente, Vicepresidente y sus familias, denunció que encontró tres químicos nocivos en productos artesanales entregados en una canasta como obsequios para el Mandatario.

“Fuimos con un convoy humanitario, llevando cosas para la gente, llevando alimentos, llevando insumos, llevando medicinas, llevando gas. Nadie quiere que le lancen una bomba molotov ni que lo envenenen con unos chocolates”, dijo para reafirmar la acusación de que se fraguó un magnicidio.

Finalmente, el Presidente aceptó que hubo errores en el proceder de las fuerzas del orden en algunas manifestaciones, en la que hubo detenciones consideradas arbitrarias y también supuestos usos desmedidos de la fuerza, pero que “eso no significa que no hubo delito”.

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