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Ecuador

En la zona norte del país hubo diversos cierres viales que se extendían desde Pichincha hasta Imbabura.Gustavo Guamán

Paro nacional 2025: Indígenas del norte del país siguen en pie de lucha

Imbabura y la zona norte de Pichincha fueron los puntos con mayor afluencia de manifestantes. El cierre de vías es la medida que cobra fuerza

El panorama por el paro va cambiando conforme avanzan los días. Con el cierre de vías en la Sierra norte y en otros puntos del país, este 23 de septiembre la paralización se afianzó en su segunda jornada. Mientras el Gobierno insiste en que el subsidio al diésel es insostenible, las comunidades aseguran que mantendrán la resistencia en las carreteras “día y noche” hasta obtener una respuesta

Otavalo, por ejemplo, amaneció desolado, con piedras y palos sobre calles y aceras. Las manifestaciones contra la eliminación del subsidio al diésel continuaron. En el cuartel de la Policía Judicial, donde se concentró la violencia el lunes, el cerramiento fue derribado y siete vehículos fueron incinerados.

Las autoridades cercaron el área y desplegaron al menos 20 policías para resguardar el sitio. Vecinos del sector contaron que la furia se desató tras un atropello. “No fue de gana, los policías atropellaron a dos personas. Eso enardeció a la gente”, relató un habitante a EXTRA.

Comunidades movilizadas en Imbabura

Diversos puntos de la E35 en el norte del país fueron cerrados por el paro nacional.Gustavo Guamán

En Peguche, parroquia perteneciente a Otavalo, al menos 200 comuneros se concentraron desde las primeras horas. Armados con palos y piedras, cerraron la vía Panamericana con la quema de llantas y madera. Varias volquetas descargaron escombros en el asfalto para reforzar el bloqueo e impedir el paso vehicular.

Hasta el cierre de esta edición no se reportaron tensiones con la policía. Eso sí, los manifestantes estuvieron dotados de escudos de plástico y metal, así como de piedras. “Esta vez estamos más preparados”, decían algunos jóvenes.

En Natabuela, otra comunidad de la provincia de Imbabura, los cierres comenzaron de madrugada. Decenas de comuneros de zonas aledañas se instalaron sobre la E35, impidiendo el tránsito vehicular. Solo se permitió el paso a pie o en bicicleta.

Tampoco hubo enfrentamientos con policías o militares. Los manifestantes habilitaron un corredor humanitario para ambulancias y vehículos de emergencia. “Estamos aquí día y noche, con hambre, lluvia y pena. Es nuestro derecho a la resistencia, como dice la Constitución. El Gobierno miente al decir que no hay paro”, afirmó un comunero.

Obligados a caminar debido al paro nacional

La gente sorteaba los obstáculos para caminar hacia sus destinos. Muchos no llegaron a tiempo a sus trabajos.Gustavo Guamán

En Tabacundo y Cayambe, cantones de Pichincha, también se registraron cierres en la E35. Con piedras, palos y neumáticos encendidos, los habitantes bloquearon los accesos principales, generando que cientos de personas se vieran obligadas a caminar largos tramos o a trasladarse en camionetas que asumieron el transporte entre bloqueo y bloqueo.

Entre la multitud avanzaba Johanna Obando, cocinera en una finca agrícola. La mujer debía estar lista a las 06:20 para servir el desayuno a los trabajadores, pero la protesta cambió por completo su rutina. “No llegué”, contó con resignación, mientras aceleraba el paso para recuperar el tiempo perdido.

Unos metros más adelante, Carlos Vargas, joven jornalero en una plantación de rosas, relató el impacto en su trabajo. “Los recorridos de los trabajadores se han retrasado debido a los cierres. Todo se atrasa y llegamos tarde a las actividades en la plantación”, manifestó.

Ante la falta de buses, algunos optaron por subirse en furgonetas escolares que hacían viajes improvisados. Otros se acomodaron en baldes de camionetas para avanzar unos kilómetros y luego continuar a pie.

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