Cada fin de octubre, Salinas revive una historia que mezcla miedo, misterio y superstición. Todo gira alrededor de El Tiburón, el edificio más alto del balneario de Chipipe, con sus 24 pisos que dominan la zona residencial.

Se dice que en una fiesta de Halloween de 1978 ocurrió algo en el piso 13 que nadie ha podido explicar del todo. Jóvenes que asistieron al evento, según los relatos, se toparon con una figura extraña: “Parecía un centauro, mitad hombre, mitad bestia”, recuerdan algunos vecinos que escucharon la historia de boca de testigos.

Minutos después, uno de los asistentes, presa del pánico, se lanzó desde el balcón. Desde entonces, el piso 13 habría quedado marcado por la tragedia.

No existe el piso 13

Lo inquietante: el ascensor del edificio no registra el piso 13. “Del 12 salta directo al 14”, explica un empleado actual, que prefirió mantener su identidad en reserva, y asegura que la superstición del primer administrador hizo desaparecer el número por precaución.

“Aquí no pasa nada, son historias inventadas en redes sociales”, dice otro trabajador del condominio. “En ese departamento viven personas normales, vienen todos los años a la playa”, añade.

Sin embargo, la curiosidad persiste. José Matías Quirumbay, carpintero que ha trabajado en el edificio, recuerda: “Mis amigos guardianes me contaron que después de aquel hecho diabólico, el piso 13 fue cerrado. Nadie quería volver a subir ahí”.

Hace algunos años, Luis Enrique Montenegro, quien laboraba como supervisor municipal, visitó el edificio por motivos de inspección. “Entramos con algo de temor, lo admito, pero no ocurrió nada fuera de lo común. Es cierto que el ascensor no marca el número 13, aunque por las escaleras llegamos sin problema. Todo parecía normal”, dijo a EXTRA.

Portales al 'Más allá'

Incluso el clarividente Ángel de Luz, conocido en la provincia, advierte: “Durante Halloween se abren portales invisibles. Si en esa fiesta se invocó algo maligno, es muy posible que se haya manifestado”.

Cada año, cuando se acerca el 31 de octubre, las redes sociales se llenan de videos y relatos sobre el piso 13 de El Tiburón. Misterio, superstición y miedo que siguen latiendo frente al mar, aunque nadie pueda probar que aquella noche de 1978 fue más que una historia de terror.

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