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La niña fantasma vestía como princesa, gateaba velozmente y hasta tocaba el piano.Adrian Peñaherrera

La niña fantasma que visitaba a Nicole cada Halloween en Guayaquil

Durante tres años seguidos, Nicole vivió encuentros sobrenaturales con una niña fantasma que solo aparecía cada 31 de octubre

Con calles adornadas con calabazas, telarañas y esqueletos de plástico, Halloween llega cada año prometiendo sustos fingidos y risas nerviosas. Pero para Nicole Polit, de 29 años, esta fecha representa mucho más que un juego de disfraces y bromas.  

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Durante tres años consecutivos, cada 31 de octubre su casa se convirtió en el escenario de una presencia inexplicable: un espectro con la apariencia de una niña.  

Una historia real de terror en Guayaquil

Nicole, quien en la actualidad reside en una urbanización de Samborondón, recuerda con precisión los años 2011, 2012 y 2013, cuando esa extraña ‘visita’ se volvió una cita inevitable.  

Espectro se le presentó durante tres años.Archivo

“Durante todo el año nunca pasaba nada, pero en la madrugada de Halloween aparecía ese fantasma. Era infaltable para estas fechas… Esa casa donde vivíamos parecía embrujada”, relata.  

Halloween: la noche en que todo comenzó

Todo comenzó la madrugada del 31 de octubre de 2011, cuando aún vivía junto con su madre y su hermana en una casa de tres pisos ubicada en el barrio Centenario, al sur de Guayaquil.  

Esa noche, mientras preparaban disfraces para asistir a una fiesta al amanecer, los ruidos comenzaron. “Escuchamos pasos rápidos, como si alguien corriera en el segundo piso. Pensamos que se había metido un animal”.  

El aterrador encuentro con una niña vestida de princesa

Subieron con cautela, encendieron la luz … y la vieron. Una niña blanca, de no más de un metro de altura, vestida como princesa, gateaba velozmente por la sala.  

“Cuando se percató de que la estábamos mirando, se detuvo, nos miró fijamente, sonrió y, gateando, se escondió bajo la mesa. Luego desapareció sin dejar un solo rastro”, recuerda.

Un año después: el piano que sonaba solo en Halloween

Pasó un año entero sin señales de aquella visión. Sin embargo, en 2012, justo en la misma fecha, el silencio nocturno se rompió otra vez. Esta vez fue una melodía la que las despertó.  

“Estaba sonando nuestro piano. Alguien tocaba una canción de cuna y lo hacía con mucha precisión, no se equivocaba”, rememora Nicole.  

Subieron con sigilo y la encontraron de nuevo: la misma niña, con su mismo vestido que lucía impecable, sentada al piano, presionando las teclas con una calma perturbadora.  

“Cuando notó que la mirábamos, se levantó, corrió para esconderse debajo de la mesa y desapareció otra vez”, asegura.  

El tercer encuentro: una presencia al pie de la cama

El último encuentro, ocurrido en 2013, fue el más cercano… y el más aterrador, según Nicole. “Esa noche no pasó nada al principio. Nos fuimos a dormir tranquilas, pero en la madrugada la vi. Estaba asomada por el borde de mi cama, mirándome fijamente”.  

Sombras extrañas aparecen en los carros que atraviesan la vía de Naranjal, en Guayas.Adrian Peñaherrera

Al verla, ella quedó paralizada, sin poder gritar. “Me hizo una seña para que la siguiera al baño que tenía en mi cuarto, pero yo no podía moverme, estaba congelada del miedo. Después me sonrió, entró al baño y desapareció”.  

El miedo que llevó a una familia a mudarse de casa

A la mañana siguiente, la decisión fue unánime: debían mudarse. Dejaron atrás dicha casa, aunque no los recuerdos.  

Ahora, cada 31 de octubre, Nicole revive aquellas noches perturbadoras. Se cambió de barrio y de ciudad, pero aún tiene muy presentes esos momentos.  

Cuando el viento de octubre sopla entre los adornos naranjas, confiesa que vuelve a sentir esa mirada fija y a recordar esa sonrisa, esa tenebrosa presencia que solo aparecía en su antiguo hogar durante Halloween.  

El ufólogo Ronald Chávez cree que no se trata de una aparición casual.

“Podría ser un alma en pena, un espíritu atrapado entre dimensiones que quizá tiene una relación o murió en esta fecha”, explica.

Chávez sostiene que, en este caso, el espectro busca ayuda, no causar daño. “Parece que esa niña sentía una conexión con Nicole, como si quisiera que la ayude a trascender. Si fuera un alma maligna no le sonreiría, porque estas buscan alimentarse de las energías de las personas”.

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