Tras el atentado del 15 de octubre de 2025 que comprometió la estructura del puente Churute, la Prefectura del Guayas habilitó un paso provisional mediante la instalación de un puente Bailey. La reapertura del tránsito, en la vía Puerto Inca - Naranjal, se concretó la mañana de este miércoles como parte de una acción emergente.

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Aguiñaga destacó la rápida respuesta

La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, estuvo presente en la reapertura del paso y resaltó la agilidad con la que se ejecutaron los trabajos. “Hemos dado respuesta de manera inmediata porque sabemos que esto genera un impacto muy grave a la economía del país”, afirmó.

La autoridad recordó que esta vía es de “importancia suprema” para el transporte de carga exportable, ya que conecta a Guayas con las provincias de El Oro y Azuay. Su reapertura, aunque temporal, representa un alivio para cientos de transportistas y productores que utilizan a diario esta ruta.

Límites y control del paso vehicular

El paso reabierto tiene carácter provisional y estará bajo normas estrictas de circulación. La Prefecta fue enfática en que los vehículos de carga pesada no pueden exceder las 40 toneladas y que está prohibido el cruce “en convoy”, es decir, un vehículo debe finalizar el paso antes de que otro inicie el trayecto.

Aguiñaga recordó lo ocurrido en la parroquia Magro, donde el exceso de peso y la circulación simultánea de vehículos provocaron daños estructurales, como justificación de las medidas adoptadas.

El control del paso estará a cargo de la Policía Nacional, debido a que la Prefectura no tiene competencia en materia de tránsito. Sin embargo, la entidad provincial brindará apoyo logístico a los uniformados. “Nos piden carpas, nos pide temas de comunicación de radios”, explicó Aguiñaga, asegurando que la vigilancia se mantendrá “las 24 horas del día”.

Un segundo puente Bailey en camino

Con el fin de reforzar la conectividad, la Prefectura del Guayas construye un segundo puente Bailey junto al instalado recientemente. El equipo técnico calcula que estará listo en un lapso de tres a cuatro semanas.

Mientras tanto, el puente original afectado por el atentado deberá ser demolido. Posteriormente, se levantará una nueva estructura permanente. “A pesar de que no tenemos rentas hace cinco meses, hemos respondido a la emergencia de manera veloz”, enfatizó Aguiñaga, quien lamentó que estos “recursos adicionales que no estaban planificados” afecten el presupuesto provincial.

Las obras emergentes, que abarcan la instalación de los dos puentes Bailey y tareas complementarias, representan una inversión estimada “no menor a $400 mil dólares”. Hasta ahora, no hay una fecha definida para levantar el puente permanente.

Llamado al Ministerio de Transporte

Durante el acto, la prefecta aprovechó para hacer un llamado al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Recordó que el puente de la vía El Triunfo - La Troncal “se cayó hace más de un año” y sigue a la espera de una solución definitiva.

Aguiñaga cuestionó que en esa zona solo se haya colocado un puente Bailey y exhortó al MTOP “que ponga un segundo puente allá, para habilitar también esa zona”, destacando la urgencia de fortalecer la infraestructura vial.

Impacto ambiental y fauna silvestre

El restablecimiento del tránsito también reavivó un debate ambiental. Colectivos animalistas advirtieron que el cierre temporal del puente había significado un respiro para la fauna silvestre de la zona, especialmente dentro de la Reserva Manglares Churute.

Según un estudio de la Universidad de Guayaquil, la carretera E25, que atraviesa esta reserva, registró 224 animales atropellados en un año. Entre las especies más afectadas se encuentran la zarigüeya y la iguana verde.

Los expertos alertan que la velocidad vehicular, la falta de señalización y la acumulación de basura aumentan la mortalidad de la fauna, comprometiendo el equilibrio ecológico del ecosistema. Por ello, insisten en la necesidad de implementar pasos de fauna y promover una conducción más responsable para proteger la biodiversidad ecuatoriana.

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