Al filo del mediodía del 22 de octubre, Ecuador parecía dar por cerrada una etapa de alta tensión: la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) informó el cese del paro nacional. Pero mientras el país intentaba asimilar la noticia, en Imbabura, el corazón de las movilizaciones, la palabra “fin” no parecía tener el mismo peso.

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En un mensaje difundido por redes sociales, Marlon Vargas, presidente de la Conaie, explicó que la decisión fue “difícil pero necesaria”. Según dijo, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas públicas ya habían dejado tres muertos y decenas de heridos, con comunidades enteras viviendo bajo el miedo.

“El Gobierno ha demostrado que la violación de los derechos humanos no representa un límite para tomar decisiones”, manifestó Vargas.

La Conaie decidió entonces despejar las vías y replegarse a los territorios, pero con la mente en la campaña por el ‘no’ para la próxima consulta popular impulsada por el Gobierno de Daniel Noboa.

Nueva marcha por el paro nacional convocada en Imbabura

Apenas un par de horas después del anuncio de Vargas, una organización local de Imbabura, la Unión de Organizaciones Campesinas Indígenas de Cotacachi (Unorcac), convocó a una rueda de prensa.

Allí, frente a un grupo de comuneros, Martha Tuquerres, una de sus dirigentes, tomó el micrófono y rompió el silencio: “Nos quieren minimizar, pero aquí estamos, hombres y mujeres resistentes, alzando la voz contra todos los paquetazos que se nos vienen encima”.

La voz de Tuquerres fue acompañada por un llamado a una “gran marcha por la dignidad de nuestros pueblos”, convocada para este 23 de octubre de 2025.

A su lado, otro vocero indicó con emoción que las vías de Cotacachi seguían cerradas en homenaje a Efraín Fuerez, uno de los fallecidos durante las protestas. “Queremos ratificar que como Unorcac no pertenecemos a la estructura de la Conaie. Somos otra organización, con nuestra propia lucha”, dijo.

El público respondió con un coro que resonó en el aire: “¡La lucha sigue sigue, Efraín vive vive!”.

No fue la única agrupación en pronunciarse. Desde esa provincia también surgió el mensaje de Runarap, que durante el paro acompañó las manifestaciones en ñas calles y comunidades.

En un comunicado con tono poético expresaron: “En la tierra aún lloramos nombres que el viento no puede borrar: Rosita, Efraín y José. No hay patria plena si se alza una bandera sobre el dolor de su propio pueblo”.

El final del paro nacional 2025 aún está en disputa

Del lado del Gobierno, la reacción fue inmediata. Luego del anuncio del fin del paro, el ministro del Interior, John Reimberg, informó que había ordenado a la Policía Nacional iniciar el retiro de obstáculos “tanto en las ciudades afectadas como en las vías principales”.

Hasta el cierre de esta edición, otros grupos indígenas con fuerte presencia durante las protestas, como los pueblos Kitu Kara o Kayambi, además de líderes visibles como Apawki Castro o Leonidas Iza, no se habían pronunciado. Su silencio deja entrever que la unidad del movimiento indígena atraviesa un momento de tensiones internas.

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