Esmeraldas vivió el viernes 31 de octubre de 2025 un momento que muchos describen como el cierre de una herida abierta desde hace casi una década. Nueve años después del terremoto de 2016, que redujo a ruinas su antigua sede administrativa, la ciudad inauguró su nuevo edificio municipal: una obra moderna, tecnológica y accesible que marca el retorno de la gestión pública a un solo espacio físico.

El antiguo edificio, con 55 años de historia, fue durante décadas el corazón político y administrativo de Esmeraldas. Sin embargo, tras el sismo de 2016, sus estructuras quedaron comprometidas y el municipio se vio forzado a operar disperso en más de 16 edificaciones. Esa diáspora institucional, que se prolongó durante años, dificultó la atención ciudadana y se convirtió en símbolo de abandono y promesas incumplidas.

La reconstrucción tomó forma en la actual administración del alcalde Vicko Villacís, quien, según el municipio, impulsó una revisión técnica y financiera de los proyectos inconclusos. Una de sus primeras decisiones fue anular un contrato previo de 7,3 millones de dólares, considerado lesivo para las finanzas locales. En su lugar, se optó por un proceso de reconstrucción responsable y autosustentable, financiado íntegramente con recursos propios.

El nuevo edificio se levantó en un año y fue ejecutado sin recurrir al endeudamiento público. En su construcción participó activamente mano de obra local, incluidos jóvenes de la Casa de la Juventud, una iniciativa que buscó no solo levantar una infraestructura moderna, sino también fomentar el empleo y el sentido de pertenencia entre los esmeraldeños.

Un diseño moderno que combina tecnología, accesibilidad e identidad local

Diseñado bajo criterios de accesibilidad universal y eficiencia, el inmueble incorpora tecnologías orientadas a la digitalización de los servicios públicos. Destaca el Sistema de Gestión Documental Digital (SIGDAR), que permitirá a los ciudadanos realizar trámites en línea mediante la aplicación “Esmeraldas La Bella”, disponible en todas las plataformas digitales.

Además, el edificio cuenta con ascensor, oficinas climatizadas, salas de espera cómodas, un renovado Salón Verde con pantallas LED y un Salón de la Ciudad con capacidad para mil personas, ubicado en el quinto piso, donde una pasarela de vidrio rodeada de pantallas interactivas ofrece una experiencia inédita en el país.

El espacio también celebra la identidad local con el Paseo de Celebridades e Ilustres Esmeraldeños, un recorrido de 70 preseas con códigos QR que enlazan a las biografías de personajes destacados. En la entrada principal, una esmeralda luminosa y figuras doradas inspiradas en el Salmo 91 dan la bienvenida a los visitantes, integrando arte, espiritualidad y memoria colectiva.

Para la administración municipal, la nueva Casa de la Ciudad no solo representa una infraestructura moderna, sino un paso firme hacia la eficiencia institucional, la transparencia y la reconstrucción simbólica de Esmeraldas. Para muchos ciudadanos, en cambio, su inauguración tiene un significado más profundo: es el regreso de la ciudad a su centro, a ese lugar que el terremoto había arrebatado y que hoy vuelve a ser un punto de encuentro para todos.

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