La inseguridad sigue marcando la vida cotidiana de los barrios quiteños. Por tercer año consecutivo, la delincuencia encabeza la lista de problemas que más afectan a las familias de la capital, según la encuesta de percepción ciudadana de Quito Cómo Vamos. En 2025, el 83 % de los quiteños señalaron a la inseguridad como su principal preocupación. Esto significa siete puntos más que en 2024.

Esa percepción se refleja en hechos que se repiten en distintos sectores de la urbe. Robos, ataques armados y muertes violentas ocurren incluso a plena luz del día. El caso más reciente se registró la noche del lunes 15 en el sur, donde tres personas murieron en un ataque armado en una concurrida parrillada.

Datos del Observatorio de Seguridad del Municipio indican que hasta el 31 de octubre de 2025 se registraron 213 homicidios intencionales en el Distrito Metropolitano, una tasa de ocho muertes por cada 100.000 habitantes. Aunque la cifra es menor a la de 2024 y la de 2023, el temor persiste.

En el sur, Solanda se mantiene como uno de los sectores más conflictivos. Solo en 2025 se han registrado al menos 16 episodios violentos, entre balaceras, asaltos y persecuciones, especialmente en zonas con poca iluminación y sin cámaras de seguridad, según relataron moradores a la Policía.

En 2024 se reportaron 58 muertes violentas en el distrito, mientras que en 2025 la cifra bajó a 51. En Solanda, específicamente, se registraron cinco muertes violentas en el último semestre.

El coronel Pablo Lastra, jefe del distrito Eloy Alfaro, reconoce la complejidad del escenario, pero habla de avances. Desde la Unidad de Policía Comunitaria de la avenida José María Alemán, donde operan 50 agentes, explica que los operativos se planifican con mapas de calor y estableciendo puntos críticos, combinando patrullaje motorizado y a pie.

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Las cifras que revelan el problema de inseguridad en Quito

Como parte del acercamiento comunitario, el 13 de diciembre se realizó una feria de seguridad en el parque ecológico del sector. Para Rosario López, presidenta del Comité Central Pro Mejoras de Solanda, estas acciones son positivas, pero insuficientes. “Queremos perder el miedo y salir tranquilos. Es una zona comercial y pedimos más operativos, que sean constantes, y más personal policial”.

La encuesta de 2025 también muestra matices: el 50 % de los quiteños dicen sentirse más seguros en espacios públicos como parques y plazas, frente al 42 % de 2024. Jaime Mendoza, coordinador de Quito Cómo Vamos, aclara que esto no contradice la preocupación general.

“La violencia sigue siendo el principal problema, aunque hay una ligera mejora en la confianza hacia los espacios públicos. Las mujeres, sin embargo, se sienten menos seguras que los hombres”, analiza.

Otro cambio relevante es el aumento del uso de armas de fuego. En homicidios intencionales pasó del 9,7 % en 2019 al 58,4 % en 2024, mientras que las armas blancas disminuyeron. Aunque las denuncias por robos bajaron levemente, los delitos son ahora más violentos.

En este escenario, Mendoza subraya que la percepción de seguridad también depende del estado del espacio público y de la organización barrial. “Un parque iluminado y activo genera confianza. Un parque abandonado provoca miedo. La seguridad no se construye solo con policías, sino con un tejido social fuerte”, sostiene.

En la misma línea, el alcalde Pabel Muñoz reconoce que, aunque la seguridad es competencia del Gobierno central, acciones municipales como la recuperación de parques y el cuidado del Centro Histórico influyen directamente en cómo la gente se siente en la urbe.

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