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‘Peatones’ de 4 patas sí usan los pasos elevados

Napoleón Domenech, Guayaquil
Alas 05:50, un grupo de vigilantes se apostaba en el paso elevado de la vía Perimetral que atraviesa El Fortín, al noroeste de Guayaquil. Bajo las chompas fosforescentes con las que se protegían de la lluvia, dejaban ver un libretín de citaciones.
Pero no los portaban precisamente para citar a los conductores, sino para orientar y, de ser el caso, sancionar a los peatones imprudentes que se ‘resisten’ a utilizar los puentes. La campaña se inició hace más de un mes, pero todavía hay personas que desafían a la muerte.
Desde el pasado 28 de enero hasta inicios de marzo, la Comisión de Tránsito del Ecuador  (CTE) había tramitado 260 citaciones a peatones que no utilizan los pasos elevados y, en consecuencia, arriesgan sus vidas. Los amonestados deben pagar multas equivalentes al 5 por ciento de un salario unificado (18 dólares). El 20 por ciento ya ha abonado los importes correspondientes.

LOS QUE NO SE ARRIESGAN
A las 07:20, un perro negro y de patas blancas se paró al filo de la carretera. Miraba de un lado a otro. Pero los carros pasaban ‘soplados’ y pareció darse cuenta de que era imposible cruzar por allí.
Movió la cola y, abriéndose paso en medio de gran cantidad de personas, empezó a subir el paso peatonal ante el asombro de las autoridades que lo miraban y movían la cabeza como reconocimiento.
“Este perro nos da ejemplo”, dijo Carlos, quien caminaba apresurado para tomar un bus de la línea 83 que lo llevara al trabajo. A la mitad del paso, el animal se ‘asustó’, se detuvo, se sacudió el agua y fijó la vista en los transeúntes hasta que un vigilante se acercó a él y lo animó a cruzar. Tardó un minuto y diez segundos en atravesar el puente, pero no fue el único can que se coló entre los transeúntes.
A las 07:50, una perra color caramelo trepó las gradas como ‘alma que lleva el diablo’ y recorrió el paso. Parecía acostumbrada a hacerlo. Se demoró tan solo unos cincuenta segundos.


VIGILANTES PERMANENTES
Michel Doumet, director ejecutivo de la CTE, indicó que tienen vigilantes permanentes en los siete pasos peatonales, comprendidos desde la vía a la costa hasta La Aurora.Su principal objetivo es que los ciudadanos entiendan que deben utilizar estos lugares para no poner en peligro sus vidas.
Según el coronel Luis Lalama, comandante del Cuerpo de Vigilancia de la CTE, el  año pasado se produjeron 56 atropellos en ese tramo y, en lo que va del año, suman 12. La idea de la CTE es reducir al mínimo esta clase de percances.

Animales que protegen su vida

El veterinario Marcelo Roussel González explicó que los canes, especialmente los de la calle, tienen desarrollada la memoria cognitiva (adquisición de conocimientos)  y, de esa forma, aprenden a proteger su vida: “Las personas prefieren lo más fácil o hacen lo ya ‘sabido’ de cruzar por abajo del paso peatonal. Pero estos animales saben que cruzando por el puente no van a correr un riesgo y buscan la parte que les favorezca su existencia”.
Según Roussel, la gran inteligencia de estos perros los ha llevado incluso a aprender cómo cruzar los semáforos.