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¡Trans hacen porno para aumentar clientela!
Redacción Quito
Finge un orgasmo mientras sus labios juguetean con el actor de rostro invisible. Deja caer las manos sobre la cama y le hace una señal para que se adentre en ella. Una cámara captura la escena porno en la que ‘Lorena’, una mujer trans, es la protagonista.
La luz de una vieja lámpara ilumina la habitación 306 de un hostal ubicado en el norte capitalino, mientras la actriz mira fijamente al lente y se quita un ‘baby doll’ negro.
Él la guía como si se tratase de un rito de iniciación.Ella acata: “Siéntate, camina hacia el sillón, te empiezas a desnudar... Y, ahora sí, te toca hacer lo que mejor sabes”. En ese momento, él deja la filmadora sobre una cómoda, apuntando a la cama, y ambos comienzan a tener sexo.
De fondo, una canción de Rakim y Ken-y hace que el sonido generado por el choque de sus cuerpos se desvanezca. Pero ellos, ajenos a la música, continúan practicando sexo sin tapujos, en busca del clímax.
Transcurren 25 minutos y la grabación artesanal está lista para la edición. ‘Lorena’, ecuatoriana de nacimiento, confiesa que mientras hacía el vídeo sentía nervios. Y eso, en algunos momentos, le provocaba pequeños “ataques de risa”. Sin embargo, su deseo por incrementar su lista de clientes le empujaba a proseguir con la grabación.
“Tenía que actuar porque no sentía nada. Lo hacía como lo hago con los clientes. En mi cabeza estaba: ‘Tengo que exagerar todo, gestos, movimientos, sonidos...’”, detalla a EXTRA durante una entrevista realizada en el mismo hostal donde se grabó el filme.
Esta producción independiente se realizó hace seis meses con el propietario de una página web ecuatoriana de trans prepagos. Fue en esa plataforma donde se difundió. “Decía que me ayudaría a aumentar mis ingresos, que era una forma de llamar la atención”, señala la chica, de 26 años, mientras calcula con sus dedos que el trabajo con sus clientes, a quienes cobra entre 70 y 80 dólares por ‘punto’, ha aumentado en torno a un 60 por ciento desde entonces.
“Así ya saben lo que hago y lo que no hago. Sí me ha ayudado bastante”, acota. No obstante, admite que en un primer momento la cinta no le pareció “bonita” y que las reacciones de su novio y amigos no fueron especialmente favorables.
“Me dijeron que estaba loca, que cómo iba a hacer ese vídeo, que todo el mundo me estaba viendo. La mayoría dijo que era una locura”, enfatiza. A raíz de aquello, no volvió a rodar nuevos filmes.
Propuestas
“Soy una nena nueva muy femenina, educada, ardiente... Soy de trato VIP, atiendo en hoteles, residencias, provincias”, rezaba la descripción de sí misma que ‘Lorena’ colgó en la página web. Sus fotografías y el vídeo complementaban aquella plana, donde no solamente está su propuesta, sino la de otras chicas trans que igualmente ofrecen sus servicios sexuales.
‘Anahí’, de 21 años, también cargó una porno junto a imágenes de su cuerpo desnudo. Sin embargo, ella asegura que “en este momento, la situación del país no es tan buena” como para que el vídeo le ayude a tener más clientes.
Esta joven trans ha hecho películas porno y se las ha enviado a sus clientes. Pero a juicio de ‘Lorena’, eso es un gran riesgo, ya que podrían chantajearla después para obtener dinero a cambio de no desvelar públicamente sus datos personales.
Además de los filmes expuestos en la web, ambas chicas han hecho producciones artesanales con sus teléfonos móviles. Pero esas las guardan en las memorias de sus celulares como si fuesen un tesoro oculto, al que solo tienen acceso sus allegados más íntimos.
Ahora bien, hay quienes como ‘Karina’, otra trans, consideran que no es necesario hacer una película para atraer usuarios. Ella cree que colgando sus fotos en la web puede captar la atención de aquellos que desean sus servicios. Pero no descarta que las películas puedan convertirse en una herramienta para publicitar su imagen. “Eso no va conmigo”, sentenció. (ER)