La expectativa que han provocado La Brandon y Luisa Espinoza en redes sociales ha encendido un debate: mientras algunos celebran lo que parece una colaboración auténtica, otros sospechan que todo forma parte de una calculada estrategia de marketing.

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La conversación surgió luego de que Espinoza, creadora de contenido 'nopor', confesara en el pódcast El Pabellón su deseo de grabar un video triple X con La Brandon, a quien describió como poseedor de un “machete grande y tieso”.

Aunque La Brandon suele caracterizarse por un discurso 'sin pelos en la lengua', en esta ocasión optó por mantener el misterio, sin confirmar ni desmentir la posible colaboración.

Frente a esta situación, EXTRA consultó a dos expertas en publicidad, redes sociales y estrategias digitales, quienes ofrecieron miradas diferentes sobre el impacto y la intención detrás de este fenómeno.

Cuando el morbo se convierte en contenido

Para la especialista en marketing digital Solange González Correa, el intercambio mediático entre La Brandon y Espinoza responde a una clara estrategia de posicionamiento. A juicio de la entendida, se trata de un recurso cada vez más habitual: generar polémica para captar la atención de públicos amplios mediante el morbo y la curiosidad.

“Cuando se crean este tipo de controversias, el contenido gana viralidad porque las personas comienzan a investigar quiénes son los involucrados y qué hay detrás del escándalo”, explica Cruz. Según su análisis, este comportamiento es típico en plataformas como TikTok, donde los contenidos de alto impacto alcanzan masividad en poco tiempo.

González compara esta táctica con los pódcast Sorbito de opinión y Sí somos, donde cada integrante genera contenido independiente que alimenta la expectativa por el producto final. Esta estrategia de marca, considera, es efectiva para atraer audiencias, aunque advierte que sin un estudio previo adecuado, puede 'virarse la tortilla'.

Para la experta, La Brandon no encaja como fenómeno de redes sociales general, sino como un personaje con fuerte llegada a un público específico. “Hay que estudiar la jerga, el tono y la audiencia para definir si una figura puede ser considerada un fenómeno masivo o no”, dice.

La Brandon, figura mediática con respaldo popular

La comunicadora digital y social media manager Danna Hanna sostiene una posición diferente. Para ella, La Brandon sí representa un fenómeno de redes sociales, no solo por su presencia digital, sino por el respaldo que tiene en espacios públicos.

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“Su comunidad lo reconoce, le piden fotos en la calle y replican sus frases. Tiene una audiencia fiel y una identidad clara en el ecosistema digital”, asegura. A su criterio, La Brandon ha superado la barrera de lo estrictamente viral para convertirse en un rostro mediático con peso cultural.

Hanna pone sobre la mesa una diferenciación clave: ser viral no equivale a ser rentable y viceversa. Según la entendida, la viralidad puede atraer miradas, pero la rentabilidad exige una comunidad comprometida, marcas interesadas y un mensaje coherente con el mercado objetivo.

Desde esta perspectiva, usar a La Brandon como imagen de una marca puede ser una herramienta eficaz si el contenido busca impacto masivo. Sin embargo, si el objetivo es conectar con audiencias familiares o conservadoras, el riesgo de rechazo aumenta.

¿Colaboración real o contenido planificado?

Más allá de si el proyecto entre La Brandon y Luisa Espinoza se concreta o no, el tema ha servido como un caso de estudio sobre cómo funciona la viralidad en el 2025. Ambas expertas coinciden en que los conflictos, los guiños sexuales y los contenidos polémicos se han convertido en tácticas comunes para captar atención en redes.

“El marketing digital se ha vuelto uno de los negocios más activos a nivel nacional e internacional”, asegura González. Crear "bulla" en redes sociales se ha transformado en un método legítimo para ganar seguidores, atraer miradas y, en algunos casos, monetizar.

Por su parte, Hanna destaca que la verdadera interrogante no es si grabarán juntos, sino cómo manejarán los beneficios y qué cuenta de OnlyFans lo difundirá. La polémica, explica, puede continuar si surge un desacuerdo sobre la distribución de las ganancias o el contenido en sí, lo cual también generaría otro pico de interés.

Entre la viralidad y la rentabilidad: una línea cada vez más delgada

Lo que ocurre entre el vaivén de La Brandon y Luisa Espinoza es una muestra clara de cómo las redes sociales permiten que ciertos personajes trasciendan lo digital y se conviertan en referentes mediáticos. Sin embargo, como bien advierten las expertas, alcanzar viralidad no siempre garantiza sostenibilidad o aceptación comercial.

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