SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Farándula

¡Lo que callan los actores!

Ratones, meadas, caídas y más son algunos de los ‘accidentes’ que suceden en los escenarios o sets de grabación y que desconoce el público. Los artistas se la ‘sacan’ bien bonito.

meche
A María Mercedes Pacheco no le afectan las criticas en redes sociales, pues asegura que cuida su físico.

Le teme a los ratones, pero eso no le impidió realizar una escena con un roedor. Dos años después, la actriz Hilda Saraguayo todavía se estremece al recordar ese momento de terror frente a las cámaras. “Fue en el 2020, cuando hicimos Juntos y Revueltos, en TC, a mi personaje de Paula le tocó grabar con un ratón. Tengo fobia, pánico, por ese animal y peor que tenía que subirse por mi pie”.

Aunque el director de la serie le dijo que pondría una doble, ella muy profesional se negó y se lanzó a realizar la escena.

“Sentir las patitas cuando subía por mi pierna fue muy desagradable, pero dije que tenía que salir en la primera toma porque no la repetiría. Los gritos desgarradores que se escucharon fueron de verdad, estaba aterrada”, recuerda.

Otra ocasión indica que solo tenía que decir “buenos días”, pero tras 12 horas de grabación estaba tan cansada que no pudo articular una sola palabra.

“Era en la serie de Sharon, estaba con Cinthya Coppiano, Santiago Carpio y Pancho Arias, se me trabó la lengua y solo emitía un gruñido. Se repitió, pero no pude hablar. Mis compañeros se reían y terminaron retándonos”.

Maricela Gómez, por el contrario, recuerda cómo la risa se apoderó de ella el miércoles 29 de junio, mientras grababa con Don Day una toma de la serie Compañía 593, en Ecuavisa.

“Era una escena en la que yo le decía que tenga cuidado con un sobre, que podía ser algo peligroso, y de repente empieza a hacer como que se desmaya y lanza un grito aterrador. Eso no estaba marcado (en el libreto) y me hizo asustar de tal manera que pegué un tremendo brinco”, cuenta la actriz.

Al sobresalto, narra Maricela que le siguió un ataque de risa, pero que la toma quedó pese a que no estaba pautada así.

Mientras que, para Ruth Coello, quedarse sin recordar el texto le resultó fatal mientras estaba en una obra teatral.

“Salgo a escena y me quedé en blanco, lo que hice fue llenar con acciones hasta acordarme, me pareció una eternidad”.

Pero fue en Juntos y Revueltos, en la pantalla de TC, que cuenta con humor que les dio de tomar aceite de ricino a Érika Vélez y David Reinoso.

“Se supone que vacían el recipiente y lo cambian por un yogur, pero no lo habían hecho y le doy una cucharada a Érika que me puso cada cara, que me divertí tanto y en lugar de pedir que corten, le di también a David, pero eso sí fue con un poco de maldad”.

Como estas historias hay muchas que son desconocidas por el público y van desde caídas, olvidos, apagones, ropa interior sucia, besos robados, maldades y... más ratones.

Andrés Garzón

El suelazo que se dio al resbalarse mientras realizaba una presentación, es para Andrés Garzón la mejor manera que encontró para lucir su creatividad.

“La función fue en una piladora en Naranjal, presentábamos la adaptación de Peter Pan, yo hacía el personaje de Garfio, el piso estaba húmero y mientras perseguía a Peter, yo que andaba con tremendas botas, me resbalé”. Recuerda que se elevó casi un metro y que cayó sobre sus costillas.

“Me quedé sin aire y no soportaba el dolor, mis compañeros se acercaron a ver cómo estaba y les dije: ’Me estoy haciendo el muerto para capturar a Peter Pan’. La gente pensó que era parte de la obra, pero la verdad es que estaba muy adolorido”.      

Gino Freire

Un ‘galillazo’ en pleno stand up no solo que hizo pasar vergüenza a Gino Freire, sino que lo obligó a salir del escenario. “En un show en La Cuadra, en Samborondón, se me secó la garganta y me engalillé, es una sensación horrible porque al querer volver a hablar la voz sale apagada. Me tocó salir y decirle a la gente que ya regresaba”.

En tanto que en otro show, Gino olvidó su diálogo. “Fue en Monologueros, con varios comediantes. Entre Pedrito Ortiz y yo escribíamos y revisábamos los guiones y no nos dio tiempo de aprender nuestras rutinas, por lo que acordamos que me ayudaría por el apuntador. Me tocaba después de Víctor Aráuz y él dañó el apuntador”. Sin acordarse del texto, le tocó pedir a Ortiz que salga y entre los dos salir del paso. “Nadie se dio cuenta”. 

Jomahira Ganchozo

Mientras presentaba la comedia Detectives, en Machala, provincia de El Oro, Jomahira Ganchozo sintió la pasión de un espectador. “Todas las actrices éramos mujeres y había una parte en la que salíamos a buscar a nuestros esposos. Me bajé del escenario y a un chico del público le comencé a hacer una escena de celos. La respuesta de él fue que me amaba y me plantó tremendo beso”.

Sorprendida y un tanto descolocada, añade que empezó a reírse y no podía parar.

Pero lo mejor, explica que le sucedió mientras actuaba en teatro con Pamela Palacios y Ricardo González, cuando le hizo a su compañero una maldad que no olvidará nunca...

“En una función, él me empujó con fuerza, por lo que al día siguiente dije: ‘ahora me desquito’. Para eso, en la obra yo le enseñaba un hilo nuevo que lo olía y se emocionaba todo. Pero yo de mala lo usé todo el día y en la noche, cuando se lo paso y le digo que lo compré para hacerle un baile sexy, se lo pone en la cara (lo olió). Enseguida se dio cuenta y delante del público me dijo: ‘eres una maldita’”.

Aunque el público, dice que reía a más no poder, nadie se dio cuenta de lo que en realidad sucedió.  

Tomás Delgado

Tomás Delgado, en su personaje de La Vecina, tuvo que ingeniárselas al quedarse a oscuras mientras hacía una presentación. “Sucedió en mi bar, la última semana antes de venirme para Europa, se nos fue la luz y tuve que continuar a viva voz”.

Y no solo eso, sino que le tocó enganchar al público para que no se marchara. “La gente prendió las linternas de sus celulares y así hice el show a oscuras por media hora y aguantándolos para que no se vayan sin pagar.”, cuenta el actor.

“Seguí hablando y jodiendo con la gente y mientras continuaba con mi espectáculo, se le iba cobrando a cada uno, de lo contrario se iban sin cancelar”, cuenta entre risas La Vecina. 

Meche Pacheco

En una obra en la que Meche Pacheco trabajó con María Fernanda Ríos, Paola Farías y Sofía Caiche, una rata llenó de pánico a los actores y al público.

“Infieles duraba 2 horas y 10 minutos, nosotras bailábamos, actuábamos y cantábamos, pero en el segundo día de obra, con teatro lleno, no se sabe de dónde salió una rata del porte de un gato y se puso debajo de la silla en la que yo estaba sentada”.

Aunque no la podía ver, recuerda que notó la cara de terror del público, por lo que se preguntaba “¿qué pasa?”.

“La rata estaba debajo de mí y al mover la bata saltó y fue a dar a las sillas de los asistentes. En el público estaba Mauricio ‘el Cuy’ Altamirano y Miguel Cedeño (+), todos levantaron los pies y gritaban. Para controlar la situación y que la gente no se vaya, en broma dije que era un personaje de farándula transformado. Pegó tanto, que la gente con los pies alzados siguió viendo la obra”.    

Miriam Murillo

Una de las situaciones más vergonzosas que le pasó a Miriam Murillo se dio en el set de la popular serie 3 Familias, de Ecuavisa, durante una escena en la que compartía con Martín Calle y Cecilia Cascante.

“Recuerdo una toma en la que yo estaba molestando a Genaro (Martín) y de ahí me tocaba ir al baño, pero como no tenía puerta sino una cortina, a lo que yo entro se me enredan los zapatos y caí de nalgas”.

Pese a que fue algo aparatoso y el dolor fuerte, comenta la actriz que no hubo cortes ni repeticiones y que la escena quedó grabada. “Eso, mientras que todos se reían y yo estaba en el piso con mis nalgas adoloridas”.

Ricardo González

Una situación que Ricardo González dice que nunca olvidará y aún al contarla le causa mucha risa, se dio cuando formó parte de la serie Solteros sin compromiso.

“Estábamos grabando en el Mall del Sol en unos inflables y Andrés Pellacini empujó a Tábata Gálvez, ella bajó por todo el inflable y solo le veíamos los pies”, cuenta sin poder contener la risa,

El asunto no quedó ahí, porque el desenlace fue más gracioso. “Cuando Tabita llegó abajo se había hecho pipí”.