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Farándula

Érika Valencia ‘calienta’ la TV boliviana: participa en un programa
Hace cinco años, la exparticipante de BLN y series como La Trinity se estableció en Bolivia, país al que llegó por amor y embarazada de su hija Anica
Esta en su salsa. Aunque lleva cinco años viviendo en Bolivia, un país reconocido por su geografía de altura, Érika Valencia no sufre de ‘pacheco’ ni siente falta de oxígeno. La guayaquileña se asentó junto a su esposo, el futbolista Kevin Mina, en la tropical Santa Cruz de la Sierra, ubicada a 416 metros sobre el nivel del mar, nada que ver con los 3.500 metros de la capital, La Paz.
“Santa Cruz es como Guayaquil: caliente, hermoso, lleno de vida. La gente es buena, muy linda. A veces hay un mal concepto de Bolivia, piensan que no es bonito, pero aquí hay profesionales, personas amables y con gran corazón”, cuenta a EXTRA la actriz de la serie La Trinity y exparticipante del reality BLN.
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Fue en esta ciudad, a donde llegó por amor al esmeraldeño Kevin Mina -actual jugador del Guabirá y con pasado en Petrolero, Universitario y Real Santa Cruz- donde Érika se convirtió en madre de Anica, hoy de 4 años, y volvió a abrirse paso en la televisión.
“Yo le dije a Kevin: ‘amor, nadie es profeta en su tierra, vaya para allá y luego me manda a ver, verá que la rompe en Bolivia’. Así fue. Él vino primero y después yo, ya embarazada. Desde entonces, Santa Cruz se convirtió en nuestro hogar”, recuerda.

El nacimiento de Anica en esa ciudad le dio a Érika una conexión especial. “Mi hija es cruceña, ella es boliviana”, afirma con orgullo.
Una nueva vida
La adaptación fue más sencilla de lo que esperaba. Incluso la comida le recuerda a Ecuador, aunque con sus diferencias. “Lo único que no tiene Bolivia es mar, eso sí se extraña. Pero preparo todas mis comidas ecuatorianas: bolón, patacones, encebollado, caldo de bola, ceviche… lo único que no he podido hacer es el caldo de salchicha”, comenta. Confiesa que poco antes de esta entrevista estaba feliz porque había conseguido un racimo de verdes.
Aunque llegó como “la esposa del futbolista Kevin Mina”, pronto los bolivianos recordaron su carrera en televisión. “Cuando nos establecimos acá empezaron a contactarme. Me ofrecieron un espacio como presentadora, pero estaba en posparto y emocionalmente no me sentía bien. No era mi tiempo. Lloré mucho, incluso me deprimí”, revela.
La gran batalla
Tres años después la oportunidad volvió, esta vez con fuerza. Fue convocada para participar en La Gran Batalla, reality de Red Uno, una de las cadenas más grandes de Bolivia. “Yo negocié directamente. Tenía miedo de separarme de mi hija, pero entendí que debía retomar mi carrera. Siempre digo: nadie es profeta en su tierra. Esta vez dije que sí y aquí estoy”.
Presentadora de tv
El 18 de agosto se estrenó la segunda temporada del programa, donde Érika deberá competir en canto y baile. “Estoy en un canal grande, aquí hay muchos programas que la gente disfruta”, afirma.
Ser madre en otro país y sin familia cercana fue un reto. “Fue difícil, porque no tenía a nadie ni de mi lado ni del lado de Kevin. Pero gracias a Dios encontramos personas de buen corazón que nos apoyaron. Eso hizo que ame más a este país, porque nos han tratado muy bien”, cuenta. Sobre su madre, confiesa que quisiera traerla, pero su estado de salud lo complica. “Ella no puede caminar y me parte el alma, pero siempre la tengo presente”.
Recuerdos de Ecuador
Érika recuerda con cariño su trayectoria en Ecuador. De BLN dice que lo mejor fue poder mostrarse tal cual era. “Jean Paul Prellwitz (productor) siempre me decía: sé tú misma, y eso me marcó. También me abrió puertas y me permitió crecer en pantalla”, relata.
De La Trinity agradece a Paco Cuesta, quien la apoyó desde sus primeros pasos como extra en Ecuavisa, cuando apenas ganaba 20 dólares por grabación. “Gracias a esa oportunidad llegué a tener un sueldo estable y pude comprarme mi primer carro”.

Además, pasó por TC Televisión como modelo y fue parte de proyectos como El Combo Amarillo. Incluso estudió en el ITV, aunque no terminó la carrera por sus compromisos laborales.
Mi segunda casa
Aunque extraña Ecuador, asegura que su presente está en Bolivia. “Voy a regresar a mi país, sí, pero solo de visita. Ecuador siempre será mi casa y Bolivia mi segunda casa”, comenta.
Aclara que, aunque su esposo está en trámites de naturalización boliviana, todavía no es oficial. “Se dijo que ya era boliviano, pero no, aún estamos en el proceso, principalmente por nuestra hija”, explica.
Por ahora disfruta de su vida en Santa Cruz, acompaña a su esposo en su carrera futbolística y construye su propio camino frente a las cámaras. “Dios pone todo en su lugar. Nunca pensé que terminaría aquí, pero ahora lo digo con certeza: vine por amor, me quedé por mi hija y por la oportunidad de seguir creciendo. Bolivia me ha dado mucho y aquí estoy feliz”, concluye.