Una decisión histórica acaba de sacudir el mundo del arte: la célebre "Mona Lisa", de Leonardo da Vinci, será retirada de su actual ubicación en la Sala de los Estados del Museo del Louvre para ser trasladada a una sala exclusiva diseñada especialmente para ella. Así lo anunció el presidente de Francia, Emmanuel Macron, como parte del proyecto de modernización del museo más visitado del planeta.

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Bajo el nombre de “Nuevo Renacimiento del Louvre”, el plan tiene como objetivo transformar integralmente la institución, tanto en su infraestructura como en la experiencia de los millones de visitantes que recibe anualmente.

Una sala propia para la obra más famosa del mundo

Desde hace décadas, la "Gioconda" ha sido el principal atractivo del Louvre, generando largas filas y multitudes que se agolpan frente a su vitrina blindada para tomar una foto. Su popularidad, aunque indiscutible, ha planteado problemas logísticos y de seguridad, además de dificultar la contemplación adecuada de otras obras maestras que comparten la misma sala.

Con el nuevo proyecto, la pintura de Da Vinci contará con una sala independiente de 2.000 metros cuadrados, ubicada debajo del Cour Carré, una de las zonas más emblemáticas del museo. Este nuevo espacio permitirá ofrecer un recorrido más fluido, condiciones óptimas de conservación y una experiencia mucho más íntima y respetuosa con la obra.

El acceso a esta sala será mediante un boleto especial, separado de la entrada general del museo. Se espera que esta medida, además de mejorar la circulación, contribuya a regular el flujo de visitantes y elevar la calidad de la visita.

Una renovación largamente esperada

El ambicioso plan de renovación del Louvre responde a una necesidad urgente: el museo, con más de 230 años de historia, presenta problemas estructurales como filtraciones, sistemas de climatización anticuados e instalaciones que no están a la altura de su prestigio.

Además de la nueva sala para la "Mona Lisa", el proyecto contempla la apertura de una nueva entrada más cercana al río Sena, nuevos espacios subterráneos para exposiciones y reservas técnicas, así como la revalorización de otras salas que actualmente están subutilizadas o cerradas al público. El objetivo es redistribuir mejor a los visitantes (que actualmente se concentran en un 80 % en solo el 20 % del edificio) y garantizar una experiencia de visita más equilibrada y accesible.

Financiamiento y plazos

El costo estimado de la renovación oscila entre los 700 y los 800 millones de euros. El financiamiento se dividirá entre fondos públicos del Estado francés, contribuciones privadas de patrocinadores y fundaciones, y un incremento en el precio de la entrada para los turistas que no pertenezcan a la Unión Europea.

Las obras comenzarán próximamente y se prevé que finalicen en 2031, por lo que se trata de una transformación que tomará cerca de una década. Durante ese período, el Louvre continuará funcionando, aunque con ciertas restricciones y zonas en obra.

Un nuevo capítulo en la historia del Louvre

Con este cambio sin precedentes, Francia busca reposicionar al Louvre en el siglo XXI, combinando tradición y modernidad, y garantizando la preservación de sus tesoros artísticos para las generaciones futuras.

La "Mona Lisa", que ha sobrevivido guerras, robos y polémicas, se prepara para un nuevo hogar dentro del mismo museo que la ha albergado desde hace más de dos siglos. Esta vez, con un espacio a la altura de su leyenda.

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