Confirmado. Lo que comenzó como una suspensión temporal terminó en una sanción definitiva. El reportero Luis Rúa fue separado, este fin de semana, de manera permanente del programa digital de farándula ‘Viralizados’, según anunció su productora Niurka Moncayo a Diario EXTRA.

La decisión, que en un inicio parecía reversible, surgió a raíz de la aceptación de Rúa como testigo en el proceso legal entre el reportero de Los Hackers, Leonardo Quezada (Lazito) y Sarah Alarcón. “Era poco ético que participara como juez y parte. Era testigo de una de las partes (Lazito) y, al mismo tiempo, iba a cubrir el caso para nuestro programa”, explicó Moncayo.

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Agregó que aquello fue conversado personalmente con él, dejándole claro que luego del proceso podría retomar sus labores. “Sin embargo, tras escuchar y analizar sus declaraciones recientes y debido a la falta de respeto hacia su compañera Carla Tacle, decidimos no revocar la suspensión y proceder a la terminación de su contrato”, afirmó la productora.

Además enfatizó que la línea editorial de Viralizados se basa en la responsabilidad y el respeto dentro de la prensa rosa. Al momento Niurka está en la búsqueda de un reportero digital. Según aseguró, todos los que han llegado y formado en su programa están en canales de señal abierta, como Luis Conforme, Guillermo Carrillo y Álex Matamoros.

No está de acuerdo con la demanda a Lazito

Por su parte, Luis Rúa, de 27 años, quien asegura ser el sustento económico de su familia, defendió su trabajo y negó haber sido parcializado. En conversación con este Diario, el comunicador aseguró tenerle mucho aprecio a Lazito, a quien muchas veces persiguió para obtener una respuesta en torno a la demanda que le instauró Sarah Alarcón por “dañar su honra con injurias y mentiras en televisión abierta”.

“Y en este momento que decidí ser testigo fue porque considero y no estoy de acuerdo con la demanda, por eso, pero de ahí nada más. Siempre busqué la versión de las dos partes. Lazito se enojaba porque lo abordaba para tener su versión, incluso esperé horas fuera del canal para entrevistarlo. Hice mi trabajo con imparcialidad”, dijo.

Sin embargo, a Luis no le causó gracia que su compañera de programa Carla Tacle opinara sobre ese hecho, señalándola de que ella “se había dado a conocer por escándalos”.

El caso pone en evidencia un problema de fondo

Para la docente y magíster en Comunicación estratégica Charito Vergara, el caso pone en evidencia un problema de fondo: la falta de ética profesional y la debilidad de los mecanismos de autorregulación dentro de algunos medios.

“El periodista sirve al público, no a sus causas personales. Cuando se confunden esos límites, se erosiona la confianza como profesional. Y sin confianza, no hay comunicación social responsable. La ética no es opcional, es la base sobre la que se sostiene toda forma de periodismo”, afirmó.

Insistió además en que el caso debe servir de lección para fortalecer los códigos internos de ética y los protocolos de transparencia editorial.

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