Plim Plim no es un payaso cualquiera. Es un héroe del corazón, y su misión es recordar a los niños que los verdaderos superpoderes no están en los músculos, sino en los valores.

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El fenómeno infantil regresa a Ecuador con su espectáculo Energía Musical, que se presentará el 13 de septiembre en Guayaquil y el 14 en Quito.

“El escenario esta vez es un recital real. No es el fondo del mar ni un bosque encantado, es un concierto de verdad. Queremos que los niños vivan la energía de un show, pero aprendiendo valores”, explica Mariano Pitarch, productor general de Plim Plim, en diálogo con Diario EXTRA.

El héroe distinto

Plim Plim fue creado por el argentino Guillermo Pino con una idea clara: romper el molde de los superhéroes que imponen el bien por la fuerza.

“Todos los superhéroes tienen superfuerza, súpervelocidad o resistencia a los golpes. Plim Plim, en cambio, tiene como superpoder el corazón. Su poder es convocar, convencer, compartir con los demás”, destaca Pitarch.

Ese concepto conecta con las familias de toda Latinoamérica. “No inventamos nada nuevo, son los valores que ya existen en nuestras casas: el respeto, el trabajo en equipo, el por favor y el gracias. Nosotros solo los transformamos en canciones y juegos”, añade.

Energía que nace de los hábitos

El show propone que los niños acumulen energía positiva cada vez que practican hábitos sencillos: alimentarse bien, dormir a tiempo, recoger los juguetes.

“Con cada hábito positivo sumamos energía. Y cuando juntamos toda esa energía, logramos hacer el concierto. Es la mejor manera de enseñar jugando”, afirma el productor.

De YouTube al escenario

El fenómeno no se limita a las pantallas. En 2024, Plim Plim superó los 125.000 espectadores en 9 países y 70 ciudades. En digital, los números son mayores: 35 millones de suscriptores en YouTube, videos en seis idiomas y 1.500 millones de reproducciones mensuales.

“Hoy llevamos a escena cerca de 60 personas, entre músicos, animadores, diseñadores y educadores. En vivo son ocho actores los que dan ritmo al espectáculo, porque creemos que los niños necesitan interacción real, no solo playback”, explica Pitarch.

Valores en familia

El objetivo, dice el productor, no es solo entretener. “Queremos que los niños se vayan con una sonrisa, sí, pero también con un aprendizaje. Que sepan que guardar sus juguetes o decir gracias suma más energía que cualquier superpoder. Ese es el mensaje de Plim Plim”, finaliza. 

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