Para el actor y director Ricardo Velasteguí, Ecuador no está en Netflix porque existe temor de hacer cosas nuevas y arriesgarse con producciones que sacudan la industria televisiva. Asegura que hay talento de sobra, pero “seguimos en lo mismo y es lamentable”.

Ricardo considera que ya es hora de que el país tenga su primera producción: “Tenemos miles de historias nuestras que contar, problemas, idiosincrasia, en la que los ecuatorianos podamos sentirnos orgullosos con una parrilla de exportación”.

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¿El público solo quiere obras de comedia o también se interesa por los clásicos y el drama?

Creo que sería muy difícil o muy determinante decir que el público solo quiere humor, porque eso es imposible, ¿no? Lo podemos ver en las plataformas, por ejemplo, si llevamos esta comparación a Netflix y Max, en donde hay una gran variedad de consumo según lo que desea el público.

Pero, ¿en el teatro?

A nivel teatral, siempre he dicho que, claro, hay una mayor demanda de comedia, pero también quizá es lo único que se ofrece. Hay público que no se acerca al teatro justamente por eso, porque solo encuentra comedia. Y yo sí conozco público que quiere, que necesita ver otro tipo de teatro. Por ejemplo el clásico de Otelo ‘Cuando los celos matan’ que presentaremos este 28, 29 y 30 en el Teatro Sánchez Aguilar.

Precisamente, las obras se van adaptando a las épocas sin perder la esencia. ¿Cómo logran enganchar al público moderno con un clásico?

La gente piensa que el texto es aburrido y que dura demasiado, pero no. Lo que se intentó hacer ahora, y se logró bastante bien, fue adaptar este clásico a la modernidad, que no sea ciento por ciento poesía shakesperiana, sino que tenga más ambigüedad y un lenguaje más digerible para un público que no está acostumbrado a ver clásicos. Igual conserva esa poesía hermosa de Shakespeare, y para nosotros como actores es gratificante poder interpretarla, porque estamos acostumbrados a trabajar solo comedia, y eso no está mal, porque amo la comedia y he hecho bastante comedia.

¿Qué otras estrategias como productor ha implementado para no perder público en los últimos años?

Definitivamente el microteatro. Muchos artistas de acá no lo vieron con buenos ojos, incluso se llegó a decir que el microteatro prostituyó la escena ecuatoriana. Yo estoy en total desacuerdo, porque he visto crecer artistas en mi espacio que ahora están en televisión o en otras obras. Yo los acogí desde que empezaron, dieron sus primeros pasos en el teatro.

¿No estás en contra de los creadores de contenido que actúan en producciones?

No, no tengo nada en contra. A mí me da gusto. Pero también hay que reconocer que ahora es tan fácil como encasillarse y decir “soy actor”, sin tener un título o un proceso de estudio. Y está bien, que lo hagan, pero en la realidad, donde las papas queman, es cuando se nota que no tienen la experiencia suficiente. Ser actor es mucho más que hacer videos en redes sociales.

Yo hago fotografía hace ocho o diez años, pero si me preguntas, no soy fotógrafo. Soy un actor que tiene una cámara y hace imágenes. No porque quiera ocultarlo, sino porque respeto a la gente que estudió fotografía y se dedica a eso.

¿Por qué Ecuador no está en Netflix?

Primero debemos creernos que podemos hacerlo, porque hay una pared gigante que nos impide pasar esa cerca. No estamos en Netflix, aunque tenemos todo: actores, buenos productores, directores y equipo. Solo falta determinación.

Yo voy a estar en Netflix, porque lo voy a lograr. Quizás me tome un tiempo, porque juntar gente que piense igual que yo, que tenga ese mismo sueño, no es fácil. Pero si me veo de aquí a cinco años en Netflix, no sé cómo, pero lo voy a hacer. Estoy trabajando en proyectos que asumo tendrán rebote en la plataforma. Es cuestión de hacerlo y ya. Ojalá esta entrevista quede registrada para que se vea que lo logré.

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