Sara Arana, conocida como La abogada del rap, ha fusionado su pasión por la música urbana con un innovador proyecto gastronómico: la elaboración y entrega de comida artesanal con infusión de cannabis (CBD), bajo pedido y de forma personalizada.

A sus 28 años, esta guayaquileña ha incursionado en un mercado emergente en Ecuador: la cocina canábica. La idea nació en plena pandemia, cuando un amigo le sugirió preparar su tradicional seco de pollo con CBD. “Lo intenté y me encantó”, recuerda Arana, quien desde entonces ofrece su propuesta bajo la marca Underñami.

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El menú incluye platos típicos como secos, encocados, ensaladas y productos especiales como mantequilla, leche, mayonesa y sus populares happy brownies. Su clientela, habitual consumidora de CBD con fines terapéuticos, solicita desde postres hasta almuerzos completos.

Aunque su participación en MasterChef Ecuador (2023) no estuvo centrada en este concepto, la experiencia -en la que quedó entre las 10 mejores- reforzó su pasión por la cocina.

 “Fue una experiencia única. Me ayudó a crecer y a buscar más conocimiento por mi cuenta. Pero la comida canábica ya la hacía desde antes, desde 2020, cuando empezó la pandemia”, relata.

Proveedores legalizados

Arana trabaja con proveedores legales y especializados. Asegura que sus productos no contienen efectos psicoactivos, ya que el extracto tiene un bajo porcentaje de THC. “Todo es legal, y cada vez más personas quieren consumir este tipo de comida de forma responsable y segura”, afirma.

Para preparar sus platos, usa el producto en flor, aceite o extracto. “El aceite, por ejemplo, es buenísimo para condimentar las ensaladas”, dice. 

Underñami se encuentra en proceso de crecimiento. Arana planea fortalecer su presencia en redes sociales y seguir promoviendo su cocina alternativa desde Guayaquil, donde este tipo de propuestas aún son escasas. En Quito, dijo, existe un local donde venden encebollado preparado con CBD.

Entre poemas, Marketing y la promoción musical

El año pasado lanzó un libro de poemas, además estudia Marketing. Actualmente es promotora del grupo WAYA que fusiona el reggae con ska, jazz, rock y próximamente con música popular ecuatoriana. Sus letras hablan del amor, la vida cotidiana y la reflexión social desde una vibra positiva y romántica.

Según Sara, el nombre del grupo proviene de la palabra quichua que significa "sonido" o "eco fuerte", está integrada por músicos experimentados que conectan con su público a través de una puesta en escena emotiva y energética. La propuesta de la banda es una invitación a sentir, bailar y pensar desde la música.

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