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Silvana Ibarra es una cantante de 65 años.Miguel Canales / EXTRA

Silvana Ibarra denuncia supuesta negligencia médica en su batalla contra el cáncer

La cantante Silvana Ibarra ha enfrentado un proceso médico que, según sus propias palabras, estuvo marcado por errores y negligencia

La reconocida cantante Silvana Ibarra, atraviesa una de las etapas más duras de su vida. Desde inicios de 2024 libra una intensa batalla contra el carcinoma medular de tiroides, un tipo de cáncer poco común y agresivo. Sin embargo, más allá del diagnóstico, la artista ha enfrentado un proceso médico que, según sus propias palabras, estuvo marcado por errores y negligencia.

(Lea también: Silvana Ibarra: "No sé si esta va a ser la última entrevista de mi vida")

En una reciente entrevista para el programa Los Hackers del Espectáculo, conducido por su amiga Mariela Viteri, Silvana se sinceró sobre su calvario médico y emocional. Con la voz entrecortada y visible tristeza, reveló que fue sometida a un tratamiento inadecuado de radioterapia que, en lugar de mejorar su condición, la habría dejado con secuelas irreversibles.

"Esto es algo que nunca he comentado. El doctor me operó la primera vez y luego me envió al radioterapista; ya tenía la cita para hacer la simulación. ¿Qué es la simulación? Te ponen una máscara y localizan el área que van a irradiar. Un día antes de esto fui a hacerme un eco, y la doctora me dijo: 'Silvana, vaya mañana para hacerse otro eco antes de la radioterapia, porque esto tiene que quedar bien definido; he encontrado algo raro'", narró.

Silvana Ibarra se sometió a 33 radioterapias

Silvana explicó que la doctora le dijo que no tenía sentido operarla antes de la radioterapia. “Al día siguiente fui temprano, a las siete de la mañana, porque me indicó que debía hacerme una punción y un eco. Por la tarde, aún no estaban los resultados. Fui con el radioterapista y le dije: ‘Doctor, me dicen que hay algo raro ahí’. Él respondió que esperáramos una semana. En ese momento intenté hablar de urgencia con la oncóloga que me atendía, pero me aplazó la cita. Luego envió a decirme que le dejara mi número y que ella me llamaría. La busqué muchas veces, pero nunca me atendió”. 

Silvana Ibarra aún continúa con sus tratamientos contra el cáncerArchivo / Extra

La artista relató que intentó buscar respuestas de su oncóloga, "Dijo que me iba a llamar y nunca lo hizo". Finalmente cuando logró verla le respondió: "Yo no llamo a nadie”, relató Silvana. “Después me dijeron: ‘Mira, ahora tienen que operarte. La doctora que te va a operar es muy buena, pero es una operación riesgosa y difícil'”. En ese momento, la cantante se puso a llorar.

Cuando le preguntaron si se operó luego de la radioterapia, respondió: “Claro, me tuve que operar”. Y al cuestionarle sobre el riesgo considerando su estado, afirmó: “Obvio, con el cuello destrozado por dentro. El problema es que te haces radioterapia y no da resultado”.

El daño físico ha dejado consecuencias graves en su cuellos. “He gastado muchísimo dinero. Algunos me dijeron que había que aplicar Botox para que la zona se suavice un poco, pero fui con un especialista, traumatólogo y neurólogo, que maneja estos casos. Me hizo un eco y me dijo: ‘No, no se lo puedo poner. Su músculo está muy reducido y su cabeza se movería de un lado a otro. No podrá sostenerla’".  

Mariela le consultó, ¿qué haría si pudiera retroceder el tiempo? y ella respondió: "No me habría sometido a la radioterapia, te lo juro. Hubiera seguido con mi tratamiento de plantas, cosas naturales y pidiéndole mucha protección a Dios. Hay personas que, cuando les dijeron que debían hacerse la radioterapia, dijeron que no. Esta parte es muy delicada (señalando su cuello). Me quitaron media vida, porque no puedo trabajar. Me llaman para presentaciones, para ir a otros lugares, pero no puedo. Esto ha limitado mi vida profesional de manera muy importante”.

Pese a la adversidad, Silvana Ibarra mantiene la esperanza y su profunda fe. “Le doy gracias a Dios por la vida, porque amo la vida. Pero también soy consciente de que, con esta enfermedad del cáncer, uno nunca sabe qué va a pasar. Tengo fe, pero no sabes hasta dónde vas a llegar. Todos los días amanezco cansada y tengo que tomar algo para levantar el ánimo y poder seguir adelante. No tengo empleada; yo misma hago mis cosas. Lo hago precisamente porque no quiero terminar en una silla de ruedas. No quiero postrarme, porque eso sería un sufrimiento para mi familia. Solo le pido a Dios que me recoja antes de llegar a ese punto”.

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