Antes de convertirse en una de las voces reconocidas del sonido urbano afro-esmeraldeño en Ecuador, Waldokinc El Troyano dio un paso decisivo en su carrera musical con la presentación de 'Nivel 2', un álbum que terminaría por definir los cimientos de su propuesta artística. El cantante y productor ecuatoriano encontró en este proyecto la oportunidad perfecta para consolidar una mezcla distintiva entre reguetón, jerga esmeraldeña y ritmos tradicionales que han marcado su sello musical.

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“Nivel 2” surgió en una etapa en la que muchos artistas dependen del apoyo de productores externos, pero Waldokinc optó por un camino distinto: reveló que asumió un rol integral en cada fase del proceso creativo. Él mismo se encargó de la composición, la producción musical, la grabación de voces y los arreglos, mostrando desde temprano su habilidad para construir un sonido propio. El resultado fue un álbum que no solo captó la atención del público, sino que evidenció su capacidad para desenvolverse como intérprete y como arquitecto de su estilo.

La propuesta sonora del proyecto unía elementos del reguetón caribeño con influencias de cumbia, bolero urbano y la identidad lingüística de Esmeraldas, creando una mezcla fresca que poco a poco ganó espacio en la escena urbana nacional. Esta autenticidad permitió que Waldokinc conectara con un público que buscaba nuevas expresiones dentro del reguetón ecuatoriano, alejadas de los moldes tradicionales.

Le agradece sus inicios a ese álbum musical

Con el lanzamiento de “Nivel 2”, Waldokinc El Troyano no solo fortaleció su presencia en la música urbana del país, sino que también abrió el camino para futuras producciones que más tarde lo consolidarían como uno de los pioneros del estilo afro-esmeraldeño. Su influencia, reconocen muchos artistas de la nueva generación, sigue siendo clave en la evolución del género y en la construcción de un movimiento musical que hoy retumba más allá de las fronteras nacionales.

Recordemos que uno de los temas de este artista llegó a la UFC gracias al peleador Michael Morales, en agosto de 2024, cuando saltó al octágono con Alto Troyanaje. Esta elección no fue casualidad; fue el resultado de una conexión especial con sus raíces y de la petición de sus fanáticos, quienes querían ver reflejada su música en uno de los momentos más importantes de su carrera.

Michael no solo demostró su orgullo por su país, sino que también evidenció la creciente influencia de la música ecuatoriana a nivel internacional. La decisión de utilizar Alto Troyanaje resalta el valor de la identidad cultural en medio de la globalización del deporte, donde cada detalle cuenta para fortalecer la conexión entre el deportista y su público.

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