En 15 segundos ejecutaron a Mario Pineida y a su pareja en Samanes, Guayaquil

Quince segundos bastaron para apagar dos vidas. Así quedó registrado en el video de seguridad del local de cárnicos donde fue asesinado Mario Pineida, jugador de Barcelona SC, junto a su pareja Gianella Fernández, la tarde del martes en Samanes 4, norte de Guayaquil.

La grabación del establecimiento, ubicado en la avenida Isidro Ayora, muestra que el primer sicario aparece a las 15:51:26. Viste zapatos negras, bermuda, chompa oscura y un casco de motociclista con la visera levantada. Entra caminando, hace una seña y segundos después aparece el segundo criminal.

Este último llevaba gorra, jean y buso oscuro. Fue él quien sacó una pistola de la cintura. Pineida, de 33 años, nacido en Santo Domingo, se percató del arma y levantó los brazos en señal de rendición. No opuso resistencia.

Eso no frenó a su verdugo. El sicario se acercó y descargó más de diez disparos contra el futbolista. 

Al mismo tiempo, el sujeto del casco se percató de la presencia de Fernández, de 39 años, de nacionalidad peruana, quien estaba a un costado del local. Sin mediar palabra, la acribilló, dejándola tendida en el suelo.

Ambos asesinos cambiaron de posición para rematar a sus víctimas. En plena huida, el atacante de Pineida volvió a disparar contra la mujer. A las 15:51:42, tras consumar su macabra acción, salieron corriendo del local.

Todo ocurrió ante la mirada atónita de los empleados. Algunos se escondieron detrás de gavetas; otros se lanzaron al piso, cubriéndose tras los mostradores y frigoríficos para salvar sus vidas.

Antes de su muerte

Horas antes del crimen, el ambiente en Barcelona SC estaba cargado de tensión. La mañana del miércoles 17 de diciembre, Pineida y varios de sus compañeros decidieron no entrenar como medida de protesta por tres meses de sueldos impagos, además de una parte de un premio económico correspondiente a 2024.

También resolvieron no presentarse el domingo, a las 16:30, para el partido de visita ante Independiente del Valle, por la última fecha del hexagonal final de la LigaPro.

En su cuenta de Instagram, Pineida había compartido una carta en la que detallaba los valores adeudados por la directiva encabezada por Antonio Álvarez. El dirigente respondió con un comunicado en el que aseguró que la plantilla estaba “enquistada por malos elementos”.

“Ellos saben que tengo pruebas contundentes donde se los ve farreando y con mujeres. Yo los he tratado como reyes. A uno de ellos le puse seguridad privada, pagada por mí, porque —según él— lo habían amenazado de muerte”, expresó Álvarez.

Ahora, ese mensaje queda como uno de los últimos rastros públicos de Pineida, un futbolista que terminó cayendo a balazos, en pleno norte de Guayaquil, en un crimen que estremeció al país.