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Guayaquil

Crímenes contra familias evangélicas en Guayaquil: ¿mensaje espiritual o extorsión?
Pastores evangélicos dicen que estos asesinatos no son capaces de apartar a los creyentes de Dios
Los asesinatos de las familias Vega Gómez y Rosero Jiménez, sucedidos en el noroeste de Guayaquil el 28 de agosto y 3 de septiembre respectivamente, han dejado entristecidos a quienes profesan la fe cristiana evangélica en la ciudad. Dos parejas de padres de familia fueron acribillados junto con uno de sus hijos y, en ambos casos, las extorsiones se levantaron como probables móviles de los ataques.
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En las escenas de los crímenes, en cambio, pequeños carteles con pasajes bíblicos como "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente" y "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa" resaltan en las puertas de ingreso.
Esto es lo que dice la Biblia
Ante esto, la pastora Norma Solano, quien lleva más de 50 años en la fe, refiere que esto es parte de lo que sucederá en los "últimos días" pues, según dice la Biblia, el enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar. Sin embargo, no lo considera un ataque directo a la fe.
"Los que confían en Dios de todo corazón no tienen nada que temer. Sabemos que a Él no se le escapa nada, ni una pequeña hoja cayendo de un árbol; esto no va a apartar a las personas de los caminos del Señor", refiere con convicción la mujer que ha dirigido iglesias en zonas rurales de la provincia de Guayas.
Sin embargo, ruega con fervor por los allegados de las víctimas, pues "Dios es quien les da consuelo, pero, como humanos, no deja de doler que un familiar fallezca de esta manera".

"Dios manda la lluvia sobre justos e injustos"
Por su parte, el pastor Enrique Martínez comenta que no es persecución sino "vacunación" ya que lo bueno o lo malo le acontece tanto a los creyentes como a los no creyentes. Él también cita el versículo 45 del capítulo 5 de Mateo, en el que se menciona que Dios manda la lluvia sobre justos e injustos.
"Vivimos en un mundo caído y hay injusticias de todo tipo; aún el Justo pagó por el injusto y el Santo por el pecador", dice en referencia al sacrificio de Jesucristo en la cruz.
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