Entre el 1 y el 5 de noviembre, 17 personas privadas de libertad fallecieron en los dos centros penitenciarios de Guayaquil: el Centro de Rehabilitación Social de Varones (Penitenciaría del Litoral) y el Centro de Privación de Libertad Zonal 8, ambos ubicados en la vía Guayaquil–Daule.

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Las autoridades investigan las causas de los decesos, aunque informes preliminares apuntan a enfermedades respiratorias y casos de tuberculosis entre los internos.

“Parecen zombis”: el relato de un militar

Un miembro de las Fuerzas Armadas, asignado al control interno de la Penitenciaría, describió a este medio el crítico panorama que se vive dentro de los pabellones.

“Ha sido feo ver a esa gente salir casi calavérica, parecen zombis, a hacerse atender. Nuestra gente lamentablemente no cuenta con mascarillas, solo con un buff (pasamontañas). A todos los enfermos, tanto de la ‘Peni’, los trajeron acá a un solo pabellón”, relató el uniformado bajo reserva de identidad.

Según su testimonio, los militares solo ingresan a los pabellones cuando los Agentes del Sistema Penitenciario (ASP) abren los candados.

“Nosotros damos seguridad, pero tratamos de no acercarnos mucho. Ya los ubicaron en un solo lado, pero lamentablemente no hay un control total sobre esas personas”, añadió.

Traslado de reclusos

De acuerdo con la fuente, alrededor de 100 reclusos con síntomas respiratorios habrían sido trasladados recientemente desde la Penitenciaría al Centro de Privación de Libertad Regional, ubicado a pocos metros de distancia.

“Los enfermos, todos con síntomas, los llevaron allá. Es lamentable la situación”, enfatizó.

Otro miembro de las Fuerzas Armadas reconoció que el miedo al contagio es constante entre el personal que cumple tareas de seguridad.

“Sí nos da miedo enfermarnos, no sabemos quiénes están contagiados. La situación adentro es muy fuerte; hay enfermos en varias celdas”, comentó.

“Es como convivir con la muerte todos los días”

Por su parte, un agente penitenciario confirmó que los cuerpos de los reclusos fallecidos son retirados de los pabellones casi a diario.

“Sacamos entre tres y seis muertos al día. Muchos mueren por tuberculosis, neumonía o desnutrición. Los enfermos son trasladados a un pabellón, pero no todos quieren irse; algunos prefieren quedarse por miedo a represalias. Es como convivir con la muerte todos los días”, relató.

Crisis sanitaria sin respuesta

La crisis sanitaria que golpea a las cárceles de Guayaquil se suma al hacinamiento y la falta de atención médica que desde hace meses denuncian familiares y organizaciones de derechos humanos.

Hasta el momento, ni el Ministerio de Salud Pública ni el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) han emitido un informe oficial sobre las causas de las muertes registradas en los primeros días de noviembre.

Más de 500 muertes este año

Según datos recopilados por este Diario, más de 500 personas privadas de libertad han fallecido en el Guayaquil durante este año por causas naturales o enfermedades.

Esa realidad se refleja a diario en los exteriores del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil, donde familiares esperan la entrega de los cuerpos.

“Me enteré de la muerte de mi hermano por otros presos, no por las autoridades. Murió en octubre y recién pude confirmarlo”, contó entre lágrimas una mujer que aguardaba en el lugar.

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