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Guayaquil

Daniel Noboa adelantó el décimo: estas son las ventajas y riesgos según ciudadanos
El pago anticipado de este bono navideño busca dinamizar la economía, pero deja al descubierto distintas formas de planificar el dinero en el país
“Plata en mano se va volando”, dice entre risas Álex Rubio, trabajador privado de un centro de atención telefónica en Guayaquil. La frase resume lo que muchos piensan tras el anuncio del Gobierno de Daniel Noboa: que el décimo tercer sueldo se pagará el 14 de noviembre, más de un mes antes de lo habitual.
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Aunque la medida busca dinamizar la economía y facilitar que las familias dispongan de “más dinero durante el Black Friday y el Cyber Monday”, como señaló Noboa, no todos comparten el entusiasmo.
Rubio, por ejemplo, prefiere mantener la costumbre de recibir ese dinero en diciembre. Para él, adelantarlo podría desordenar la planificación familiar. “En ese último mes del año hay muchos gastos, y con el décimo uno se recupera hasta el otro año. Si lo dan en noviembre, uno se vuelve loco y gasta todo”, comenta. Aunque reconoce que las promociones son tentadoras, teme que el bono se esfume antes de tiempo.
En el Puerto Principal, sin embargo, las reacciones no son unánimes. Jhonn Porras, auditor externo, celebra la decisión. Dice que puede representar un alivio para quienes quedaron con deudas tras el reciente feriado. “Es un respiro para la gente que está endeudada. Además, el comercio va a tener un pico más, porque normalmente se concentra solo en diciembre”, comenta.
Para él, el cambio no afectará el gasto de fin de año, porque el ecuatoriano “siempre busca tener sus cositas”, incluso si implica apretarse un poco más. También ve en la medida un acierto político. “Creo que es una buena estrategia del Gobierno para tener al pueblo de su lado”, añade.

Opiniones divididas respecto al decimo tercer sueldo adelantado
En la capital, el ambiente es similar: mezcla de alivio y escepticismo. Flavio Rodríguez, servidor público, planea usar el dinero para ponerse al día con las deudas y adelantar las compras navideñas.
“Voy a pagar lo que debo y comprar los regalitos de Navidad, lo que alcance”, dice. Danilo Guzmán, también funcionario estatal, comparte la idea y cree que el pago anticipado le permitirá organizarse mejor: “Con eso puedo salir de compras mucho antes de la Navidad y aprovechar mejor ese sueldo”.
Ambos coinciden en que el adelanto llega en buen momento, sobre todo con el aumento de precios y los gastos acumulados del año.
Pero no todos lo ven como un beneficio. Viviana Rumiguano, docente de un colegio particular en el Valle de los Chillos, considera que la decisión puede tener un efecto contrario al que se espera. Cree que muchas personas gastarán antes de tiempo y llegarán a diciembre sin dinero. “La gente ya se organiza con las fechas establecidas, y si se adelanta, se gasta antes de tiempo”, afirma.
Para Rumiguano, además, la medida tiene tintes populistas. “Parece más un acto de populismo. Últimamente, cuando pasa algo, colocan medidas así para ganar apoyo. El presidente habló del Black Friday, pero eso es más una estrategia de venta; al final se paga lo mismo”, opina.
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