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Guayaquil

Feriado en Guayaquil: Sol intenso, piscinas llenas y 'La 18' con baja actividad
Piscina municipal fue refugio para las familias en Guayaquil ante el calor, mientras negocios en La 18 reportan caída de clientes en el asueto
En el feriado por su independencia, Guayaquil fue ‘arropada’ por un sol implacable. La tarde del 10 de octubre, el termómetro alcanzó los 32 grados centígrados, y mientras la ciudad acogía a quienes optaron por quedarse en casa, el intenso calor empujó a muchos a buscar refugio en espacios frescos y recreativos; los más afortunados, bajo un chorro de agua.
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En el parque acuático municipal Puerto Lisa, en las calles Octava y Venezuela, el ambiente era otro. Allí, el calor se transformaba en carcajadas. Un par de docenas de niños se zambullían en la piscina, trepaban y descendían por el tobogán entre gritos de emoción, mientras los padres se refugiaban bajo la sombra mirando el espectáculo de la niñez disfrutar.
Jazmín Velásquez, vecina del norte del suburbio, se había animado a salir con sus dos hijos y su hermana. Vestía una camiseta que pronto terminó empapada, reía mientras mojaba al menor con una ducha.
“No vengo siempre aquí a Puerto Lisa, es ahorita nomás que vengo por el feriado. Este (feriado) ha sido muy tranquilo, las calles están más suaves. Solo en el centro he visto que está más movido. Vine con mis dos hijos porque el sol está matador”, comentó sonriente, mientras su hijo mayor chapoteaba con los primos.
Unos metros más allá, en la sombra, Roxana Lamilla observaba a sus dos niños jugar. “Vine solo con mis dos hijos, es muy rara vez que los acompaño, pero a ellos les encanta venir con mi suegro. Hoy hace demasiado sol, y aprovecho para traerlos una hora y media porque después se me enferman”, menciona, pero afirma: “En la ciudad ya se siente el feriado, pero en la noche está más prendido”, dijo, sonriendo.

La 18 y su baja actividad durante feriado
Pero no todos los espacios municipales estuvieron disponibles. A las 15:20, la piscina con olas del Batallón del Suburbio -en las calles 44 y pasaje 48- permanecía cerrada, pese a que el horario oficial del Municipio, a través de la fundación Guayaquil Siglo XXI, indicaba atención hasta las 16:00.
Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, el sol comenzaba a ocultarse y el ambiente cambiaba de tono. En La 18, el barrio de tolerancia más popular de Guayaquil, los parlantes tronaban con música urbana y tamboriles desde temprano.
Las trabajadoras sexuales aguardaban frente a los locales, con ‘hilitos’, lencería de encajes y sonrisas que trataban de seducir a una clientela cada vez más esquiva.

“Los feriados ya no son como antes. Hay poca afluencia de clientes, no sé si es porque se van de viaje, por los conciertos o por la economía actual del país. A las 19:00 ya muere todo el negocio”, confesó Brenda Rentería, dirigente de la Asociación de Propietarios y Arrendatarios del barrio La 18.
Según Rentería, los fines de semana son los únicos días en que la actividad repunta ligeramente, por lo que planean solicitar a las autoridades extender el horario de funcionamiento hasta las 22:00 el próximo año, debido a la crisis económica que afecta al sector.
Además, la líder mencionó que muchas de las sexoservidoras aprovecharon el feriado para viajar y visitar a sus familias, lo que redujo la presencia en los locales. “En mi negocio, de 10 chicas, solo 4 vinieron a trabajar. La mayoría se fueron”, añadió.
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