Familiares de Mauricio Iván Mora López, quien llevaba un año recluido en el Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil, fueron alertados de su muerte mediante una llamada desde el interior de la cárcel, ubicada en el kilómetro 16,5 de la vía a Daule. En la comunicación se les informó que el reo había fallecido el viernes 5 de septiembre.

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Sus allegados acudieron al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses este sábado 6 de septiembre para retirar el cadáver y relataron que Mauricio llevaba meses con tuberculosis y que no había recibido atención médica adecuada.

“Se estaba muriendo de tuberculosis, esa cárcel da miedo. Nos contaron que hay presos enfermos en todos los pabellones”, aseguró un tío del fallecido.

Se enteraron por un mensaje

Al mismo instituto forense, ubicado en la avenida Rodríguez Bonín, llegaron familiares de Luis Fernando Cruz Peralta, otro reo que también murió a causa de esta enfermedad. Él falleció el jueves, según les informaron. Su hermano acudió a la morgue para retirar su cuerpo. “Nadie nos dice nada ni nos confirma. Recibimos un mensaje desde la cárcel indicándonos que vayamos a la morgue, porque el carro de Medicina Legal se llevó a mi hermano”, contó.

De acuerdo con fuentes policiales, diariamente mueren entre tres y cinco reclusos a causa de la tuberculosis. “Incluso hay días en que el número de fallecidos aumenta. Hubo un día en que murieron 12 reos, todos por tuberculosis”, relató un agente a este Diario.

El informante explicó que para ingresar a la cárcel se requieren equipos especiales, debido a que dentro del penal existe un foco de infección. “Es terrible. Sí hay un pabellón para presos con tuberculosis, pero los enfermos están por todos lados. Incluso quienes padecen VIH conviven en las mismas celdas que los tuberculosos. Es un escenario de muerte”, añadió, solicitando reserva de su identidad.

Un pabellón para tuberculosos

Un funcionario del SNAI indicó que el pabellón 7 fue habilitado exclusivamente para internos con tuberculosis, donde se estima que entre 400 y 500 reclusos están contagiados. No obstante, alertó que la enfermedad se ha extendido a los 11 pabellones habilitados de la Penitenciaría. “El contacto cercano, el hacinamiento, el calor y la falta de ventilación han contribuido a la propagación. Se estima que al menos 1.000 personas están enfermas, casi el 14 % de la población total del penal, que es de aproximadamente 7.300 internos”, afirmó.

A diario, familiares de personas privadas de libertad acuden al instituto forense para retirar los cadáveres de sus seres queridos.

El 11 de julio, EXTRA envió solicitudes de información al SNAI y a la Policía Nacional para conocer cuántos internos han fallecido este año por tuberculosis, otras enfermedades o causas violentas. Ninguna de las entidades respondió.

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