La crisis sanitaria dentro de la Penitenciaría del Litoral vuelve a quedar en evidencia. La mañana de este lunes 1 de septiembre de 2025, tres personas privadas de la libertad fueron halladas sin vida en distintos pabellones del centro carcelario ubicado en el kilómetro 16,5 de la vía a Daule, al norte de Guayaquil.

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El primer hallazgo ocurrió alrededor de las 09:00 en el pabellón 5, ala 2, donde dos internos fueron encontrados sin signos vitales en celdas diferentes: la 13 y la 16. Las víctimas fueron identificadas como Walter Antonio Colmenares Méndez, de 37 años y nacionalidad venezolana, y Fausto Mario Medina Nazareno, ecuatoriano de 36 años.

De acuerdo con el registro de la Policía, Medina tenía antecedentes penales por robo (2015), tráfico de drogas (2019 y 2021) y extorsión (2025). Colmenares, en cambio, no presentaba historial delictivo en el país.

Según el parte preliminar, otros internos alertaron a los guías penitenciarios de que ambos padecían tuberculosis y se encontraban en estado grave en los últimos días. Agentes de la Dinased y Criminalística verificaron los decesos y constataron que los cuerpos no presentaban huellas de violencia. El fiscal de turno dispuso el levantamiento de los cadáveres y su traslado a Medicina Legal para determinar la causa exacta de las muertes.

En otro pabellón

Minutos después, cerca de las 09:30, se registró un tercer fallecimiento en el pabellón 8, ala 4, celda 7. En el lugar fue hallado Hugo Alberto Acosta Villasagua, de 34 años, ecuatoriano, quien cumplía condena por secuestro en 2024. El interno, que vestía uniforme penitenciario naranja, fue encontrado en posición de cúbito dorsal, también sin signos de violencia. La hipótesis inicial señala que padecía tuberculosis, aunque será la necropsia la que determine las causas.

Estos nuevos decesos se suman a la lista de muertes ocurridas en los últimos meses en la Penitenciaría del Litoral, donde la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas han sido denunciadas por familiares de los internos y organizaciones de derechos humanos como un problema persistente, agravado por la falta de atención médica oportuna y la precariedad en las condiciones sanitarias del mayor centro penitenciario del país.

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