¿A quién queman este Año Viejo en Guayaquil? La hoguera tiene sus favoritos

La calle 6 de Marzo ha vuelto a convertirse en un ‘museo’ efímero a cielo abierto. Allí se alzan los ‘Viejos’: figuras de cartón, papel y pintura que exageran rasgos y gestos para convertir la crítica y el homenaje en arte popular. En aquel tradicional escenario, EXTRA preguntó lo que muchos ya tienen decidido: ¿a quién quemar este fin de año y por qué?

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La quema de monigotes es más que una tradición. Es desahogo, burla, homenaje o ajuste de cuentas simbólico. Y en las calles, la respuesta no tarda en salir, casi siempre acompañada de una carcajada, una crítica afilada o una confesión sin filtro.

Carlos Herrera camina de esquina a esquina por esta avenida. Observa, compara precios y analiza tamaños. Vino desde Lago Agrio junto a sus padres y su hermano, exclusivamente para comprar un año viejo. Este año quiere cambiar la rutina.

“Estoy buscando algo animado o futbolero. Cada año compramos uno político, pero ahora quiero algo diferente, como Enner, el ‘Chivo’ Valencia”, cuenta. Sin embargo, la tradición familiar pesa: “En mi casa siempre queman a Rafael Correa. No es por afinidad, todo lo contrario. Primero le damos la respectiva paliza, lo llenamos de pirotecnia y ¡feliz año nuevo!”.

Unos metros más allá, Andrés Medina no duda ni un segundo. “Sinceramente a ‘Nobita’ quiero quemar”, dice mientras señala una gran funda negra donde ya lleva pirotecnia.

Aclara que busca al personaje de caricatura japonesa, aunque sabe bien la asociación que muchos hacen con el presidente Daniel Noboa. “Es por su pésima gestión y su total inoperancia. Hoy lo quemamos en la fiesta de la empresa y el 31 compro otro para quemarlo con mi familia. ¡Doble castigo!”. Luego de unos minutos, cumple, y carga consigo una gran sonrisa y un monigote de un metro y ‘pico’ de aquel personaje.

Aquiles Hidalgo es más directo, sin rodeos ni metáforas. “Directamente quemo a Noboa. En vez de ayudar al país, está que pasea por todos lados”, dice en referencia a los viajes presidenciales de fin de año.

Los monigotes que se queman por aprecio

Óscar Ordóñez mezcla crítica y orgullo. Reconoce que el peleador Michael Morales está de moda, pero en deportes su elección va más por el homenaje que por el castigo. “Yo quemaría a William Pacho o a Moisés Caicedo, pero no por algo malo, sino porque representan al Ecuador en el mundo”. Si se trata de quemar por lo negativo, no lo piensa dos veces: “A Rafael Correa. Siempre a Correa”, dice entre risas.

Para Juana Colcha, la quema no siempre es enojo. A veces es ternura. “Yo quemaría a Peppa Pig. La veo bonita. No es por algo malo, la quemo con pena y con amor”. Si tuviera que hacer un ranking, lo tiene claro: “Primero Peppa Pig, luego PAW Patrol y después los dinosaurios bebés”.

Desde el otro lado del negocio está Yuliana Cevallos, comerciante de monigotes, quien confirma la tendencia del año. “A Noboa, obviamente”, dice riendo, aunque baja el tono enseguida. “Es por su mala gestión, pero mejor no digo más para acabar el año feliz”. Como segunda opción menciona a Donald Trump.