Tras protagonizar unas vacaciones en Italia junto al futbolista Lamine Yamal, de apenas 17 años, Fati Vázquez ha vuelto al centro de la conversación pública. La influencer gallega, 12 años mayor que el jugador del FC Barcelona, ha sido blanco de críticas y cuestionamientos por la diferencia de edad entre ambos. Pero no solo su presente ha sido objeto de debate: su pasado en plataformas de contenido explícito también ha salido a flote.

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En medio de la controversia, varios usuarios en redes sociales como X y canales de Telegram sin filtros comenzaron a difundir fotografías y capturas de pantalla antiguas de Fati, muchas de ellas correspondientes a su etapa como creadora de contenido para adultos durante la pandemia. 

Aunque hoy en día no mantiene ningún perfil activo en plataformas como OnlyFans ni en otras similares, su participación en ese tipo de contenidos fue real y ampliamente conocida en su momento.

Durante los años más duros del confinamiento, Fati se volvió popular por el contenido íntimo que generaba, tanto en solitario como en colaboración con otras creadoras del medio, como PR Vega. Ese giro en su carrera le permitió ganar notoriedad y un considerable número de seguidores. 

Sin embargo, con el tiempo, se alejó del contenido para adultos y comenzó a reorientar su imagen pública hacia el fitness, el estilo de vida saludable y la promoción de marcas en redes sociales. No está claro cuándo se produjo esa transición y su retiro del contenido explícito.

Este resurgimiento de material íntimo en redes ha sido percibido por muchos como un intento de desacreditarla públicamente, en especial tras las críticas que ha recibido por su cercanía con Yamal. Ante los ataques, Fati ha respondido desde sus historias de Instagram: “Es triste ver cómo algunas personas llevan tanta oscuridad dentro que llegan a desear la muerte de alguien que ni siquiera conocen”.

El libro que publicó Fati Vázquez

No es la primera vez que Fati Vázquez enfrenta el odio en redes. En 2020, publicó el libro ‘Y que vengan a por mí’, donde contó su historia de superación tras haber sido víctima de acoso escolar en su infancia. Las agresiones físicas y emocionales que vivió la marcaron profundamente, y llevaron a su familia a tomar medidas legales. “Denuncié y tuvimos que cambiarnos de ciudad”, relató en su obra.

Actualmente, Fati Vásquez continúa su trabajo como influencer y embajadora de marcas, lejos de las polémicas plataformas que marcaron una etapa de su carrera, pero aún enfrentando las consecuencias del escrutinio digital, donde el pasado —aunque ya superado— puede ser revivido con un solo clic.

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