Desde Neuquén capital (Argentina), Gioconda Lusa, una joven de 25 años, encontró en el mundo de los fetiches una vía económica para vivir de manera independiente. A través de su perfil en OnlyFans, esta emprendedora digital comercializa contenido muy específico: fotos de sus pies, videos personalizados y hasta ropa interior usada, productos que le generan ingresos constantes.

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“Me divierte mucho mi trabajo”, asegura Gioconda en una entrevista con el medio argentino Infobae. Lo que comenzó como un juego, con publicaciones casuales en Instagram, terminó convirtiéndose en un emprendimiento exitoso a raíz de un pedido insólito durante la pandemia: una foto de sus pies.

De un pedido insólito a un modelo de negocio rentable

Gioconda relata que sus seguidores la describen con fascinación: “Me dicen que mis pies son especiales: calzo 40, tengo dedos finos y armónicos”.

Ese primer pedido desató una cadena de solicitudes similares, lo que la llevó a abrir su perfil Lusafoot en OnlyFans. Hoy cuenta con dos cuentas activas:

• Una gratuita, con más de 500 seguidores.

• Una paga, con 20 suscriptores fieles, a quienes denomina “admiradores”.

Organización, estrategia y límites

Aunque dejó inconclusa su carrera de ingeniería industrial, Gioconda afirma que su formación le permitió estructurar su negocio, fijar metas diarias de ingreso y adaptar su contenido al mercado.

“Estudié cómo generar contenido, qué buscan los seguidores y cómo fidelizarlos”, comenta.

Entre los servicios más demandados están:

• Podofilia (fetichismo de pies)

• Humillación fetichista: mostrar ropa interior, pisar objetos o abrir su cajón íntimo

• Misofilia: venta de ropa interior usada

Una simple imagen personalizada puede costar entre 40 y 60 dólares para clientes internacionales o hasta 50.000 pesos argentinos. En el caso de las bombachas usadas, sus precios rondan cifras similares.

“Uso una para ir al gimnasio y ya tengo el producto. Los clientes prefieren algodón, por el olor sin interferencias”, explica con naturalidad.

El mercado de los fetiches: sin tabúes y con reglas claras

Lejos de estigmatizarse, Gioconda ha abrazado su actividad como un trabajo legítimo, creativo y bien remunerado, en el que impone sus propias reglas y límites. A través de OnlyFans y otras plataformas, gestiona su agenda, selecciona a quién vende y protege su identidad personal.

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