Basta una búsqueda rápida en TikTok para ver cómo las redes se han vuelto una ‘universidad del cuerpeo’. Consultas como “cuánto debe durar una relación sexual” o “tamaño ideal del miembro” disparan miles de respuestas distintas: desde sexólogos serios hasta influencers que opinan desde su experiencia.

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En medio de esa ola de videos, millones de jóvenes, adolescentes e incluso adultos intentan aprender sobre sexo, o confirmar lo que creen saber.

Lo bueno y lo malo de las redes sociales para aprender sobre sexualidad

El sexólogo Edison Pazmiño (IG: @tusexologoep) explica que hoy es imposible negar el impacto que las redes tienen sobre la educación sexual. Sin embargo, advierte que no toda la información que circula en línea está sustentada en ciencia.

Según él, en internet conviven dos realidades: por un lado, los contenidos que pueden servir de apoyo y guía; y por otro, aquellos que terminan confundiendo más de lo que orientan. “Las redes sociales pueden ser de mucha ayuda, pero hay que saber qué tipo de información consumimos”, enfatiza.

Pazmiño cuenta que la mayoría de sus pacientes jóvenes llegan a consulta después de haber pasado por TikTok o Google.

Antes de buscar ayuda profesional, muchos intentan resolver sus dudas con lo que ven en redes, o incluso compran productos que prometen “mejorar el desempeño sexual”. El resultado suele ser el mismo: terminan más confundidos. “La información es tan invasiva que el paciente no sabe qué es cierto y qué no”, comenta.

Esa confusión tiene un costo. Cuando el aprendizaje sexual proviene de fuentes informales, la brecha con quienes han recibido una educación estructurada es “abismal”, asegura el especialista.

Y más preocupante aún es la facilidad con que algunos jóvenes pueden quedar expuestos a manipulación, coerción o incluso a contenidos sexualmente explícitos que generan dependencia.

“El consumo excesivo de este tipo de material puede tener consecuencias psicológicas y orgánicas”, alerta Pazmiño, quien también menciona el peligro de que menores de edad sean captados por redes de abuso o pornografía infantil.

Inseguridades también podría surgir

La sexóloga Gabriela Quiroga (IG: @sexualidadessanas) coincide en que el auge de plataformas como TikTok ha democratizado el acceso a la información, pero no necesariamente a la buena información.

Para ella, el principal problema es que muchos contenidos parten de experiencias personales y no de conocimiento técnico. “Hay quienes hablan desde la vivencia, no desde la formación. Y eso termina distorsionando la comprensión real y sana de la sexualidad”, explica.

La saturación de mensajes en esta plataforma asiática genera inseguridades, sobre todo entre los adolescentes, quienes llegan a su consulta con dudas sobre temas básicos de anatomía o fisiología que deberían haber aprendido en el colegio.

La especialista advierte además que el contenido hipersexualizado de las redes contribuye a crear expectativas irreales. Muchos jóvenes terminan frustrados cuando sus experiencias no se parecen a lo que vieron en TikTok, y esa frustración puede reflejarse luego en disfunciones o en relaciones poco saludables.

Aun así, no todo es negativo. Quiroga reconoce que las redes también han abierto espacios para hablar sin miedo de sexualidad, rompiendo silencios que durante generaciones estuvieron marcados por la culpa y la desinformación. “El simple hecho de que estos temas se discutan es un avance ya”, considera.

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