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Íntimamente

Si tu pareja calla en la cama, esto podría significar más de lo que crees
Mientras para algunos evitar hablar durante el sexo es excitante, otros lo confunden con distancia. La claves para el equilibrio las revela una expert
A veces, el deseo no suena. No hay palabras, solo respiraciones que se cruzan, miradas que se sostienen y cuerpos que se buscan sin pedir permiso. En medio del ruido cotidiano, el silencio durante el sexo puede parecer extraño, pero para muchos es el verdadero lenguaje del placer. No se habla, pero ‘se dice’ todo.
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“El silencio tiene una fuerza erótica que muchas veces subestimamos”, asegura la coach en sexualidad Marianela Morales. Para ella, en el ‘cuerpeo’ no siempre hacen falta explicaciones ni guiones verbales: “El cuerpo tiene su propio idioma, y cuando lo escuchamos, la conexión se vuelve más profunda”.
El silencio, dice Morales, funciona como un intensificador del encuentro, porque al apagarse las palabras se encienden los sentidos. “Se perciben los pequeños detalles: el ritmo del otro, su temperatura, su respiración. Es un silencio que invita a estar presentes, sin distracciones, solo sintiendo”, explica.
La ciencia ha explorado esa misma idea desde la neurobiología del placer. Un estudio de Frontiers in Psychology (2017) demostró que cuando dos personas sincronizan su respiración o sus movimientos -algo que ocurre con frecuencia durante las relaciones sexuales-, el cerebro libera oxitocina, la llamada “hormona del vínculo”. Esa sustancia está relacionada con la confianza, el afecto y la sensación de unión emocional.

Morales considera que esa sincronía respiratoria puede generar una conexión especialmente intensa. “Cuando ambos respiran al mismo ritmo, el placer se vuelve compartido. Hay una especie de conversación silenciosa entre los cuerpos”, dice.
El llamado ‘silencio erótico’ se relaciona también con prácticas como el sexo tántrico, donde las miradas, la respiración y la atención plena son las protagonistas. “No se trata de una técnica, sino de presencia: de sentir al otro más allá de las palabras”, aclara la especialista.
El silencio también puede ser interpretado como frialdad en la intimidad
Sin embargo, Morales advierte que no todos viven el silencio de la misma manera. En algunas parejas, la falta de palabras puede generar confusión o interpretarse como frialdad. “Hay quienes disfrutan del silencio porque los ayuda a concentrarse en las sensaciones, pero otros necesitan escuchar, hablar o ser guiados. No hay una sola forma correcta”, señala.
De hecho, un estudio publicado en The Journal of Sex Research (2024) halló que las personas alternan constantemente entre comunicación verbal y no verbal durante el sexo, y que ambas formas pueden mejorar la satisfacción cuando se adaptan al estilo del otro. En otras palabras, el secreto está en la sintonía.
Para Morales, el silencio y las palabras no son opuestos, sino aliados. “El sexo sin palabras es más sensorial e instintivo; el diálogo erótico puede despertar confianza y deseo. Lo ideal no es elegir uno sobre el otro, sino saber cuándo dejar que el silencio hable por sí mismo”.
Trucos para explorar el sexo en silencio
- Ambiente sin interrupciones. Apaga el teléfono, baja las luces y deja que el silencio sea parte del juego.
- Prueba silenciosa. Mírense a los ojos en silencio durante unos segundos. Al principio puede resultar incómodo… pero pronto surge una conexión profunda.
- Equilibra el silencio con las palabras. Después de la conexión, conversen sobre lo que sintieron. No se trata de explicar o analizar, sino de expresar lo que cada uno sintió, sin juicios ni expectativas. Este diálogo sincero cultiva una comunicación.
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