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Una cuencana descubrió infidelidad y pidió terapia con la amante: Insólito caso
Una coach en sexualidad contó a EXTRA el impactante caso que llegó a su consulta. La esposa no reaccionó con venganza ni odio
Tenía 42 años y los nervios a flor de piel. Apenas cruzó la puerta del consultorio de la coach en sexualidad Marianela Morales, se le notaba incómodo. Tardó varios minutos en atreverse a hablar, hasta que soltó una confesión que lo revolvía todo: “Mi esposa quiere que nosotros y mi amante vayamos a terapia”.
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Marianela, con experiencia en sexualidad y relaciones humanas, se quedó ‘muda’. No era una broma. La historia de esta pareja cuencana era real, y apenas estaba comenzando.
El paciente llevaba 15 años casado. Su aventura extramatrimonial había empezado un año atrás, pero su esposa la descubrió apenas dos meses antes de decidir acudir a terapia.
En medio del caos, de las discusiones, del dolor, de las lágrimas… ella propuso algo que pocos tendrían el coraje de considerar: “Vamos a terapia. Los tres. Esto tenemos que solucionarlo”, dijo la señora.
La especialista recuerda que, al principio, fue todo un experimento emocional. Las sesiones individuales revelaron más de lo esperado. El esposo, por ejemplo, se sentía aliviado por ya no tener que mentir, pero también moría de miedo de perderlo todo.
La amante, apenas dos años menor que él, se mostró sorprendida por la reacción tan serena de la esposa. Y la ‘oficial’… parecía una roca.

“Estaba dolida, sí, pero firme”, describe Morales, quien fue testigo de cómo, en medio de ese triángulo sentimental que parecía destinado al desastre, empezaron a surgir verdades que no se habían dicho en 15 años de matrimonio.
“Hablaron de miedos, fantasías guardadas, ganas de sentirse vivos otra vez y, sobre todo, de una nueva forma de mirar el amor”, cuenta.
El inminente encuentro entre los tres pacientes
En la primera sesión conjunta, la tensión cortaba el aire. Pero fue ahí donde ocurrió otro momento clave. La esposa miró directamente a la amante y le dijo, con una calma que desarmó a todos: “No te odio. No estoy molesta contigo. Estoy dolida con él, porque me mintió.”
Después de varias sesiones más, tomaron una decisión que para muchos sería impensable: tendrían una relación abierta. Pero no una a la deriva, sino con reglas claras, acuerdos consensuados y el compromiso de seguir en terapia para no perder la comunicación.

La amante se convirtió en una “figura permitida”, sin invadir el vínculo de pareja, bajo límites definidos por todos. En la última sesión, la esposa sonreía. Le dijo a la sexóloga: “Nunca me imaginé que mi peor momento se convertiría en la mejor decisión para mi relación”.
“Esta historia me recordó que la sexualidad humana no entra en moldes rígidos, y que si hay algo más poderoso que el deseo, es la capacidad de mirarse con honestidad, incluso en medio del caos”, reflexiona Morales.
Eso sí, aclara la terapeuta, esto no aplica para todas las parejas. Algunas sí se permiten explorar con relaciones abiertas o prácticas como el ‘swinger’ (intercambio de parejas sexuales). Pero la mayoría necesita otro tipo de procesos: reconstrucción de confianza, terapia tradicional o incluso una separación definitiva. Cada pareja es un mundo.
Reglas para mantener una relación abierta
Para que la relación abierta no se saliera de control, la pareja estableció acuerdos firmes, guiados por la especialista, los cuales podrían ser aplicados en otras relaciones.
- Hablar antes de actuar: Toda cita o encuentro debía ser comunicado con antelación. Lugar, hora y, por supuesto, nada en la casa familiar.
- Límites físicos definidos: Nada de improvisaciones. Estaba claro qué cosas estaban permitidas y cuáles no.
- Días solo para ellos: Había días sagrados dedicados exclusivamente a la pareja principal, sin terceros de por medio.
- Los hijos, fuera del tema: Nada de conversaciones sobre la relación abierta frente a los niños.
- Salud primero: Exámenes médicos regulares y uso obligatorio de protección.
- Dormir, solo en casa: No estaba permitido pasar la noche fuera, ni quedarse a dormir con alguien más.
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