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Judicial

Guayaquil: Hombre indignado le lanzó el carro a los delincuentes que le robaron

Ocurrió en la avenida Quito, entre las calles Gómez Rendón y Brasil. La víctima recuperó sus pertenencias, mientras que los pillos escaparon.

Asaltan a una persona (9326243)
El hecho delictivo se registró en la avenida Quito. Los criminales huyeron en dirección a la avenida Machala.EXTRA

La indignación de un hombre que acababa de ser víctima del hampa lo llevó a tomar una decisión que por poco le cuesta la vida a los delincuentes que le robaron, pues les ‘lanzó’ el carro encima cuando estos pretendían escapar. Ocurrió cuando los pillos se vieron bloqueados por el tráfico que había en la avenida Quito, entre las calles Gómez Rendón y Brasil, en el centro de Guayaquil. El hecho se registró la mañana del martes 8 de noviembre de 2022.

Tras ser fuertemente impactados, los sujetos se levantaron y corrieron hacia una estación de servicio para acortar camino hacia el sector oeste de la urbe porteña. La víctima, en cambio, bajó de su vehículo, recuperó la mochila y algunos sobres que le habían quitado los malandros y continuó con su camino, con daños en la parte frontal de su automotor.

Asaltan a una persona (9326247)
Los pillos, además de abandonar la moto en la que circulaban, dejaron también un celular.EXTRA

De acuerdo a lo relatado por testigos, los individuos interceptaron al hombre luego de que se detuviera por la luz roja del semáforo y le empezaron a golpear el vidrio de su puerta. Ttras varias amenazas, consiguieron que el afectado les entregue un bolso de color gris.

De ahí, los tipos se embarcaron nuevamente en la moto y pretendieron escapar en sentido contrario, pero el alto flujo vehicular se los impidió y no les quedó otra opción que huir en dirección al norte, pero solo avanzaron unos diez metros, pues otra vez terminaron bloqueados por el tráfico. Eso fue aprovechado por el perjudicado, quien de inmediato aceleró y chocó por detrás a los ladrones.

Ellos huyeron y dejaron todo abandonado, incluyendo la moto y un teléfono celular. A pocos metros llegaba un uniformado de la Policía, quien llamó a la central de patrullas y pidió apoyo. Los pillos escaparon.