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¡En el norte de Guayaquil también tienen miedo!

Habitantes de sectores de la urbe considerados como seguros, se sienten solos ante los robos. Ellos intentan resguardarse con soluciones ‘al paso’.  

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Un video que circuló en Twitter dio a conocer lo sucedido en Durán: dos hombres le quitaron el arma de dotación a un guardia del cementerio.captura de pantalla

A José Luis Cobos se le ocurrió la idea que, probablemente, lo salvó de un ‘pepazo’ durante un día de trabajo como guardián en la ciudadela Kennedy Norte, en Guayaquil: con un tolete expandible y gafas oscuras se hizo pasar como una persona no vidente para que un ‘pillo’ no le diera bala por ‘sapo’. 

El hombre, de 53 años, labora cuidando el ingreso de la sede de una constructora, ubicada a pocos metros de una institución educativa, en este sector del norte de la urbe porteña. Él afirma sentir temor estando en su puesto, una silla de plástico en la vereda, porque “los robos en la zona son a diestra y siniestra”, aunque este sea un sector residencial resguardado por una UPC ubicada a solo dos minutos.

“El jueves le robaron a un padre de familia de la escuela. Él se bajó a dejar a su hijo a clases, pero se le olvidó la mochila. Regresó al ratito a verla y cuando se dio cuenta, le habían abierto el carro y se llevaron la maleta del niño”, contó Cobos.

Asegura que en Kennedy Norte la mayoría de las casas tienen cámaras de seguridad y que ni eso les garantiza sentirse tranquilos en sus hogares. 

"Me da miedo que mientras abro o cierro la farmacia pueda venir alguien a intentar agredirme o robar. Ahorita nada es seguro”.
Luis Molina, farmacéutico

Hillary Landázuri, gerente de un restaurante ubicado en la avenida Dr. Alfonso Alvear, de Miraflores, coincide con Cobos. “Las cámaras no sirven más que para tener grabado lo sucedido. Si no hay nadie pendiente de las grabaciones del momento, no pueden actuar”, sentenció. 

Sin embargo, otros como Carmen García, de Miraflores, también han puesto su confianza en las alternativas empleadas en una universidad ubicada a tres cuadras de su domicilio.

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José Cobos, guardia de una empresa, usa un tolete expandible para realizar su trabajo.MILKA FRANCO

“Ubicaron un reflector súper fuerte porque hace dos días le robaron la cartera y la computadora a una maestra que salía de dar clases en la noche”, relató la mujer, que ha vivido 60 años en el área. “Hasta balas se escucharon. Pensé que habían sido los guardias privados, pero resultó que fueron los delincuentes”. 

"Aquí en Miraflores, rara es la vez que la policía da la vuelta. Ellos están por su lado y solo pasan de repente para hacer bulla”.
Carmen García, moradora de Miraflores

Daniel, colaborador de un local de comida árabe en Guayacanes y calle Segunda, en Urdesa, sabe que cuando cierra el restaurante de al frente, es hora de terminar la jornada.

“Cuando cierra el de la esquina y luego el vecino (al frente), sabemos que debemos irnos. Esto se pone totalmente oscuro y nos da miedo que suceda algo”, expresó el hombre, que lleva cinco años laborando en este negocio.

La solución

Para frenar la ola de inseguridad y muertes violentas en la Perla, el Gobierno declaró en estado de excepción a tres provincias del país, entre ellas Guayas, con varias parroquias de su capital, Guayaquil. No obstante, Carmen García considera que debe ponerse “mano dura” con los ‘choros’, con mayor resguardo y presencia de agentes del orden.

“Aquí los policías solo vienen a hacer bulla con sus balizas, pero la mayor parte del tiempo andan por su lado”, reclamó. 

El guardia de Kennedy Norte también se quejó de la gestión de la institución policial. “Yo los he visto pasar 20 veces en cinco años que llevo trabajando aquí”, exageró. 

Le pelearon el arma al guardia

Mientras que, en el cantón adyacente a Guayaquil, Durán, uno de los guardias del cementerio de  ahora patrulla sin arma de dotación. Un video compartido en Twitter la mañana de ayer mostró el momento en el que dos ‘pillos’ le quitan una pistola al custodio del camposanto del cantón. Forcejearon durante 24 segundos, hasta que finalmente los delincuentes huyen con el arma en sus manos.

El guardia recibió golpes de los atacantes cuando los derrumbó al piso durante el ‘encontrón’. Ciudadanos expresaron su descontento en redes sociales.