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Judicial

Quito: Un condenado por matanza de Halloween

Ayer se cumplió un año del triple crimen que agudizó la violencia entre bandas criminales por la disputa de territorio. Uno fue detenido.

MATANZA
Dos de los cadáveres quedaron en la calle y a unas cuatro cuadras del sector se halló el tercer cuerpo.Archivo

Sergio Joel Quiñónez fue el único detenido por la matanza de Halloween del año pasado en el barrio Martha Bucaram, sur de Quito, y este mes ya fue sentenciado por asesinato.

Sin embargo, el procesado ratifica su inocencia, por lo que apeló la decisión que lo condena a 34 años de prisión.

El pasado lunes 31 de octubre, se cumplió el primer aniversario maldito de este hecho que se considera como el crecimiento violento de la disputa de territorio por drogas en la capital, según las indagaciones. EXTRA accedió al juicio en el que se detalla cómo realmente se dio el triple crimen.

La Fiscalía reveló que en aquella noche del 31 de octubre de 2021, los primeros en ser asesinados fueron Danny Chuma (25 años) y Édison Bravo (24), quienes estaban acompañados por un pana, quien sobrevivió. Los tres compraban pinchos y fueron atacados por Quiñónez, que estaba con otro tipo (él llevaba una careta de payaso).

Luego de eso, ambos sicarios fueron hasta un lote baldío y victimaron a Segundo López, de 38 años, a quien le dieron tres disparos.

El reconocimiento

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Esta máscara fue encontrada en la casa del detenido.Archivo

Lo que en esa fecha no se reveló fue que, efectivamente, todo se dio por una disputa de territorio entre bandas, como lo confirmó la Fiscalía. Esto pese a que las tres víctimas no tenían antecedentes penales. “Mi hijo era soldador y trabajaba en una empresa”, diría el padre de Chuma durante el juicio. Nadie fue a defender a los demás.

Quien sí llevó testigos de su ‘buen comportamiento’ fue Quiñónez. Para defender su honra, dos amigos dijeron que él se dedicaba a la venta de papel higiénico e incluso esa fecha, el implicado habría estado tomando con un pana.

Sin embargo, en las investigaciones que hicieron los policías se determinó que Quiñónez disparó el arma homicida. Se comprobó con pruebas científicas que había este tipo de rastro en su cuerpo.

Además, uno de los sobrevivientes al ataque reconoció al tipo porque esa noche no llevaba mascarilla y por las prendas que vestía: pantalón blanco y saco negro con franjas. Cuando lo detuvieron, un día después del crimen, esta ropa fue encontrada en su domicilio. También hallaron la máscara que usaron durante el ataque.

La presencia de Los Lobos

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El tipo se había pintado el pelo luego del crimen. Antes tenía el cabello negro.Archivo

Con el avance en las pericias lo que adujo Quiñónez se fue desvaneciendo. Él no vendía papel higiénico, sino drogas al menudeo. En el juicio, la Fiscalía comprobó esto con los testimonios de los moradores.

La gente entrevistada dijo incluso que él siempre se presentaba como miembro activo de la banda Los Lobos. Y tampoco era una ‘santa paloma’, porque en su historial delictivo incluye que fue detenido en 2016 y 2017 por asociación ilícita, en Quito.

Ahora, la Judicatura señala que se aceptó la apelación presentada por Quiñónez. No solo busca salir libre de la cárcel porque asegura ser inocente, sino también evitar el pago de 60 mil dólares como reparación integral por los tres fallecidos (20 mil para cada una de las familias).

El detenido no ha revelado quién lo acompañó la noche de los tres asesinatos.