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Judicial

Los Ríos: Mujer atacada por expareja pidió que cuiden a hijos

No resistió a múltiples cuchilladas en pulmones y cuello. El presunto femicida está detenido.

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La hija de Laura y su primo esperaban que le entreguen el cuerpo.Anny Bazán

Laura no resistió. La mujer de 40 años, que fue atacada a cuchillo por su expareja, murió la madrugada de este martes 28 de junio de 2022. En su agonía, pidió perdón a Dios y que cuiden de sus hijos, tres de ellos menores de edad, según contaron sus familiares.

La víctima se encontraba asilada en una casa de salud de Guayaquil, a la que fue derivada desde el hospital Sagrado Corazón de Jesús, en Quevedo, Los Ríos,  por las múltiples heridas, dos de ellas en sus pulmones, fractura en su cabeza a causa de una pedrada y cortes en el cuello.

Los familiares reiteraron su pedido de justicia y sanción para el señalado como responsable del asesinato, Andrés Antonio Zamora, de 22 años, quien se encuentra con prisión preventiva.

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En la parroquia 7 de Octubre, de Quevedo, donde vive mamá de la víctima, esperaban el traslado del cuerpo desde la ciudad de Guayaquil.Daniel Vite

Una hija de la víctima, junto con su primo Roberto Véliz, mientras esperaban que les entreguen el cuerpo en el Centro Forense de Guayaquil, contó que trató de ayudar a su madre cuando era acuchillada por el hombre con el que convivió unos cuatro años y procreó una niña de tres.

La joven había llegado el domingo 26 de junio en la noche hasta la casa donde vivía su progenitora, en la cooperativa 17 de Marzo de la parroquia El Guayacán, de Quevedo, para ir a celebrar el cumpleaños número 13 de su hermano menor.

Irían a tomar helado, cuando la joven escuchó gritos. Pensó que se trataba de una discusión con el tipo de quien su madre se había separado. El sábado 25 de junio, él habría intentado entrar a la casa.

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Al ver ensangrentada a su mamá, la muchacha optó por grabar con su celular parte del ataque. Ella y sus tres hermanos, de 16, 13 y de 3 años, quedaron huérfanos y su madre antes de callar para siempre pidió que velen por ellos. 

En Quevedo, en la parroquia 7 de Octubre, en donde vive la madre de la víctima, encendieron velas por su descanso eterno y esperaban el traslado del cuerpo desde Guayaquil. Además apelaban a la solidaridad para el sepelio.